Iberdrola apostó por la sostenibilidad hace muchos años, por luchar contra el cambio climático y por invertir en energías renovables, según declara el director de Financiación y Tesorería de la compañía energética, Jesús Martínez. “La consecuencia de eso es que la financiación acompaña la estrategia de la empresa emitiendo bonos dirigidos a inversores verdes para financiar inversión […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2018
Iberdrola apostó por la sostenibilidad hace muchos años, por luchar contra el cambio climático y por invertir en energías renovables, según declara el director de Financiación y Tesorería de la compañía energética, Jesús Martínez. “La consecuencia de eso es que la financiación acompaña la estrategia de la empresa emitiendo bonos dirigidos a inversores verdes para financiar inversión verde” añade Martínez Iberdrola ha acudido tradicionalmente al mercado de bonos en dos grandes emisiones al año, por importe de más o menos 2.000 millones, y la cifra de este ejercicio dependerá de “cómo estén los mercados y de las necesidades finales de financiación”. La energética ha sido el principal emisor corporativo mundial durante 2016 y 2017, gracias a que su “política de inversión está totalmente dirigida a la inversión verde y por lo tanto es muy fácil financiar mediante este tipo de financiación”, ha remarcado. Iberdrola, que fue la pionera en este mercado en España, hizo su primera emisión de bonos en 2014, recuerda el directivo. Con posterioridad, extendió esta iniciativa a otras vías, como bonos híbridos, financiación bancaria y una línea de crédito de 5.300 millones, destinada a proyectos medioambientales. Los bonos verdes son similares a los tradicionales, ya que “tienen el mismo formato, duraciones y vencimientos muy parecidos, y se emiten en los mismos mercados”, aclara Según Martínez, “la diferencia está en que estos bonos están destinados a financiar proyectos medioambientales, por lo que ayudan a diversificar la base inversora y dirigir la economía española hacia la descarbonización”. Además, sirven como elemento de mercadotecnia para las compañías y evitan el “incremento de costes sobre financiación tradicional”, concluye.