La apreciación del euro complica los planes del Banco Central Europeo después de haber roto por primera vez el umbral del 1,20 dólares desde el inicio del QE. Los expertos consideran que Mario Draghi se verá obligado a revisar las proyecciones de inflación a la baja “por culpa de un euro fuerte” debido a que las […]
Dirigentes Digital
| 07 sep 2017
La apreciación del euro complica los planes del Banco Central Europeo después de haber roto por primera vez el umbral del 1,20 dólares desde el inicio del QE. Los expertos consideran que Mario Draghi se verá obligado a revisar las proyecciones de inflación a la baja “por culpa de un euro fuerte” debido a que las proyecciones del BCE para el mes de junio situaban al EURUSD en 1,09. Al mismo tiempo deberá reconocer otros riesgos en una situación precaria marcada por las tensiones geopolíticas y la lenta inflación de la eurozona que pronto podrían causar problemas para el crecimiento económico europeo. Recordemos que el objetivo del Banco Central Europeo es alcanzar una inflación cercana, pero por debajo del 2% en la zona euro, que solo cumplen cinco países -Austria, Bélgica, Alemania, Luxemburgo y España- para llevar a cabo una normalización de la política monetaria que de momento parece que permanecerá sin cambios, mientras que el IPC subyacente de la zona euro todavía está rezagado. De esta forma, la fortaleza del euro aleja la primera subida de tipos de interés en la zona euro en 20 puntos básicos a diciembre del año 2019 según muestra el siguiente gráfico elaborado por Bank of America. Según Christopher Dembik, jefe de análisis macroeconómico de Saxo Bank, si el BCE no logra limitar o detener la apreciación del euro, la fortaleza de la divisa podría tener rápidamente un impacto negativo en el crecimiento y los beneficios. Desde diciembre de 2016 el euro se ha revalorizado un 12% frente al dólar estadounidense y un 6% de media frente a las monedas de los 38 principales socios comerciales de la zona euro. “Por lo general consideramos que cada subida del 10% del euro destruye entre un 7% – 8% los ingresos corporativos de la zona euro. Por lo tanto, puede que una divisa excesivamente fuerte no tarde en impactar de forma negativa en la economía europea” declara el jefe de análisis macroeconómico de Saxo Bank, . Aunque esta apreciación del euro, según los expertos de Julius Baer, no se mantendrá por mucho tiempo y esperan que en los próximos meses la moneda única europea vuelva a niveles de entre el 1,12 y el 1,14 USD debido a que “el nivel de spot actual es muy superior al justificado por el diferencial de tipos de interés entre Estados Unidos y la zona euro” según muestra el gráfico. Según David Kohl, estratega jefe de divisas de Julius Baer, el BCE se verá obligado a rebajar sus previsiones sobre la inflación debido a la fortaleza del euro, pero el presidente del organismo monetario, Mario Draghi, no criticará el nivel actual del euro como excesivo debido a que trasladaría un mensaje fatal al mercado de que “cualquier disminución del QE dependerá de una moneda más débil”. Por contra, Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, considera que la gestión del euro no es una de las prerrogativas del BCE, pero dada la importancia de los tipos de cambio para la transmisión de la política monetaria, es probable que “el BCE continúe siendo vago en sus planes de aumento de los tipos y deje claro que no tiene previsto aumentos en el futuro cercano”. “Dos factores ayudarían al BCE a frenar el euro: el primero, manteniéndose flexible en la ejecución de la disminución, en el calendario y el alcance de las futuras subidas de tipos; y el segundo, manteniendo un grado de incertidumbre” añade Dixmier. Para Christopher Dembik, jefe de análisis macroeconómico de Saxo Bank, Mario Draghi tendrá que enviar un mensaje de que su política monetaria seguirá siendo acomodaticia por un período prolongado de tiempo, sin importar qué decisión se tome sobre el QE para final de año. “El objetivo a corto plazo debería ser detener la apreciación del euro, que refleja una mejora de la situación económica, pero podría complicar seriamente la tarea del BCE en los próximos meses” aclara Dembik. A la espera de la FED A la espera de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se reúna el próximo 20 de septiembre, desde Bank of America consideran que el BCE espera salir del QE bajo una cobertura de adhesión a los planes de normalización de la política monetaria por parte de la FED. Sin embargo, “la tenaz baja inflación de Estados Unidos -y probablemente menos explícitamente las complejidades de la situación política- ha erosionado aparentemente la confianza en la Fed”, añaden desde BofAML. Ante este desafiante telón de fondo, el margen de maniobra que la Reserva Federal de Estados Unidos tiene en el aumento de los tipos de interés (que regularmente recuerda al mercado) es también un parámetro clave. En esta misma línea se manifiestan desde Allianz GI que consideran que “si la Fed continúa retrasando el alza de los tipos, el dólar estadounidense debería debilitarse aún más. La convergencia de las políticas monetarias entre la zona euro y los Estados Unidos también ayudaría a suavizar las modificaciones en los tipos de cambio”. Habrá que esperar hasta la próxima reunión del 26 de octubre para se aclare el panorama y, a su vez, para que el BCE mueva ficha y de pistas sobre el ansiado “tapering”. Noticias relacionadas https://fundsandmarkets.dirigentesdigital.com/articulo/bolsas-hoy/37611/el-bce-mantendra-sin-cambios-su-politica-monetaria.html