Los extranjeros, que tienen un peso relativamente marginal sobre la valoración de las bolsas chinas (0,3%), siguen incrementando su participación en estos activos. Muchos analistas chinos suelen fijarse en las inversiones extranjeras para identificar a todas aquellas empresas que, desde una perspectiva internacional, pueden ofrecer un valor dentro del medio-largo plazo. Los extranjeros, es preciso […]
Dirigentes Digital
| 21 nov 2017
Los extranjeros, que tienen un peso relativamente marginal sobre la valoración de las bolsas chinas (0,3%), siguen incrementando su participación en estos activos. Muchos analistas chinos suelen fijarse en las inversiones extranjeras para identificar a todas aquellas empresas que, desde una perspectiva internacional, pueden ofrecer un valor dentro del medio-largo plazo. Los extranjeros, es preciso aclarar esto, no tienen posibilidad alguna de invertir libremente en China. Todos deben someterse a un sistema reducido de cuotas conocido como Qualified Foreign Institutional Investors, o QFII, mediante el cual solamente los inversores extranjeros autorizados pueden en China. Ahora bien, sus decisiones sirven de referencia en una bolsa tan endogámica como es la china. Actualmente, los QFII tienen inversiones en 273 empresas chinas cotizadas, si bien apenas representan un 0,3% del volumen total de cotización. Al igual que muchos grandes fondos chinos, los QFII también han optado por incorporar a sus carteras acciones como Guizhou Moutai (600519). El gigante del acohol blanco chino por excelencia cotiza actualmente en máximos históricos, tras haber duplicado su valor a lo largo de 2017. Alimentación, electrodomésticos, electrónica, sector médico-farmacéutico o automoción son industrias dedicadas al consumo interno que representan un 65% del total en manos de los QFII. Ma Yixun, analista en Caijing, confiesa a F&M que la demanda ahora se dirige hacia empresas con una potente imagen de marca (como, por ejemplo, Guizhou Moutai). ‘La apertura de los mercados al exterior -señala Ma- puede provocar una volatilidad perjudicial para las empresas chinas menos reconocidas’. Otra empresa dedicada al licor blanco, Shuijing Fang (600779), también ha duplicado su valor este año. El consumo privado va ganando terreno al sector industrial en China. Sectores como el tecnológico, o los servicios, están superando al inmobiliario en sus tasas de crecimiento. En relación al consumo, por ejemplo, son muchas las compañías chinas que están registrando un crecimiento exponencial. Geli Dianqi (000651), una manufacturera que fabrica aparatos de aire acondicionado, ha incrementado sus beneficios casi un 40% durante los nueve primeros meses del presente ejercicio 2017. Y la acción, por consiguiente, ha duplicado su valor este año, situándose entre las favoritas de los QFII. Los datos que justifican la emergencia del consumo interno en China, analizados desde fuera, pueden llegar a ser abrumadores. La automovilística estadounidense General Motors, por ejemplo, vende un coche cada ocho segundos en China. Los chinos superaron a Estados Unidos como el primer parque automovilístico del mundo en 2010 (desde entonces, las ventas de utilitarios se han consolidado en torno a los doce millones cada año). Y, si analizamos el segmento de precios bajos, McDonald’s vende mil seiscientas hamburguesas cada minuto. El negocio principal del consumo, ahora, es ofrecer precios bajos pero ganando volumen. Aunque es posible ver potencial de crecimiento, también, en bienes o servicios con alto valor añadido. Al menos, esto es lo que se desprende del análisis de los QFII.