En Brasil, el Banco Central do Brasil (BCB) volvió a flexibilizar su política monetaria en la primera reunión del Comité el 7 de febrero de 2018. El SELIC se redujo en 25pbs y ahora está en su punto más bajo de todos los tiempos, en el 6,75%. Se trata de la decimoprimera bajada consecutiva para un total de 750 […]
Dirigentes Digital
| 13 feb 2018
En Brasil, el Banco Central do Brasil (BCB) volvió a flexibilizar su política monetaria en la primera reunión del Comité el 7 de febrero de 2018. El SELIC se redujo en 25pbs y ahora está en su punto más bajo de todos los tiempos, en el 6,75%. Se trata de la decimoprimera bajada consecutiva para un total de 750 pbs desde octubre de 2016. En su comunicado, el BCB justificó su decisión (votada por unanimidad) porque la evolución de la inflación sigue siendo favorable.
La institución señalaba principalmente que: es más apropiado hacer una pausa en el proceso de flexibilización de su política monetaria; y este punto de vista podría, sin embargo, avanzar a favor de una “nueva bajada moderada” del SELIC si la evolución de la actividad económica, de la inflación y del progreso del proyecto de reforma lo permitiese.
Pensamos que varios factores favorecen ahora el escenario del statu quo monetario en las próximas reuniones del BCB. Por un lado, el aumento en los precios del transporte y de los alimentos sugiere una reaceleración de la inflación este año: a 4.2% en 2018 y 2019 de acuerdo con las proyecciones del BCB después del 3.5% de 2017. Por otro lado, las incertidumbres políticas que pueden pesar sobre el realestán creciendo:
Las dificultades del gobierno de Temer para adoptar la reforma de las pensiones esencial para sanear las cuentas públicas: el apoyo parlamentario está lejos de lograrse mientras el gobierno se debilita por los escándalos de corrupción que afectan directamente al presidente. Recordemos que la reforma debería permitir ahorrar 480.000 millones de reales (148.000 millones de dólares) en diez años y de reducir el déficit presupuestario. Este último se amplió al 9% del PIB en 2017.
Un contexto electoral tenso: la condena en apelación del ex presidente Lula da Silva, en cabeza de las encuestas, y el aumento de su condena de 12 años de prisión plantean dudas sobre su elegibilidad y, por lo tanto, el nombre de los candidatos susceptibles de presentarse en las elecciones presidenciales previstas para el próximo mes de octubre. Por ahora, el favorito que emerge es Jair Bolsonaro, un miembro del Partido Social Cristiano. Poco apreciado por los mercados por sus posiciones populistas, se vio involucrado en el proceso de destitución contra Dilma Rousseff y es el representante del lobby que agrupa a los parlamentarios vinculados a los intereses de la policía militar, de las iglesias evangélicas y la agroindustria.