El Ibex 35 mantiene la misma dinámica que en las últimas jornada y cierra con un repunte por encima de los 9.800 puntos. Y es que como puntos a tener en cuenta de este movimiento al alza nos encontramos con que Wall Street mantiene la calma, después de que parece que se hayan despejado las tensiones […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2018
El Ibex 35 mantiene la misma dinámica que en las últimas jornada y cierra con un repunte por encima de los 9.800 puntos. Y es que como puntos a tener en cuenta de este movimiento al alza nos encontramos con que Wall Street mantiene la calma, después de que parece que se hayan despejado las tensiones inflacionistas en las bolsas y en el dólar.
Cellnex subió más de un 5% apoyada en sus resultado empresariales, que a pesar de ver reducido sus beneficios un 17,5%, aumentó sus ingresos un 12%. Después del mal inicio de año, la compañía de telecomunicaciones controlada por Abertis ha logrado revertir su comportamiento. ArcelorMittal también subió más de un 5%, gracias a la mejora en las recomendaciones y al repunte en los precios de las materias primas. Siemens Gamesa es otra de las compañías que mejor comportamiento está gozando durante este año, esta semana presentó su plan estratégico, que ha sido bien recibido por los inversores.
Según apunta José Luis Cárpatos, analista independiente en Serenity Markets, el motivo muy posiblemente sea que “todo el mundo está viendo que el bono americano a 10 años ha llegado al 3% de rentabilidad, y lo tiene difícil para pasar esa resistencia a corto plazo”. Puede que sólo en el caso de que la pasara con claridad “volvieran los nervios”.
En un último informe, los analistas de Renta 4 señalan que tras las caídas, “las valoraciones de las bolsas recuperan atractivo”. La clave para determinar si estamos ya ante niveles atractivos de compra reside en que “no se traslade la corrección de los activos financieros a la economía real”.
Por tanto, habría que vigilar la confianza de los agentes económicos (que se mantenga elevada) y las Condiciones financieras (que se mantengan flexibles, lo que pasa por que se mantenga la gradualidad en la retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, y ello a su vez por una inflación controlada, aunque ascendente).
Estos expertos concluyen que el fondo de mercado es bueno pero la volatilidad ha repuntado y está aquí para quedarse. Una volatilidad normal en el momento actual del ciclo (salida gradual de estímulos monetarios ante normalización de los niveles de precios), que contrasta con la volatilidad anormalmente baja de años anteriores, y con la que habrá que acostumbrarse a convivir.
Por otro lado, también afecta a la renta variable el cierto temor a que el plan de infraestructuras de Trump pudiese verse obstaculizado por miembros del Partido Republicano que no quieren respaldar otro aumento de la deuda nacional, y por los Demócratas, que no quieren conceder al presidente una victoria política en un año electoral.
Asimismo, el Gobierno de España valora implementar ventajas fiscales para las compañías de blockchain domiciliadas en España. Se sumaría así al abanico de países que están empezando a regular paulatinamente el mercado de las criptodivisas.
Con respecto al mercado de divisas, el dólar ha alcanzado mínimos de tres años frente a la cesta de los otras monedas relevantes, medido a través del índice dólar. Ha superado ya los 1,25 dólares contra el euro y llegado a rebasar inclusor 1,2555.
La presión bajista contra el billete verde parece deberse a un conjunto de factores, como explicaba en comentarios anteriores, desde la toma de conciencia de que el gobierno de EEUU está buscando una estrategia de dólar débil para potenciar sus exportaciones y frenar las importaciones y con ello impulsar la economía nacional, hasta la percibida erosión de su ventaja competitiva en la rentabilidad de su renta fija porque otras economías van siguiendo el mismo camino de reducción de sus programas de liquidez, según Shinichi Saoshiro, de Reuters.
A esto se unen las crecientes preocupaciones en relación al déficit del país, que podría dispararse a cerca de un trillón de dólares en 2019 por la explosión del gasto público y los extensos recortes de los impuestos a las empresas. Según Shin Kadota, de Barclays en Tokio, ” realmente no hay señales de que el dólar se recupere en un futuro próximo”. Los objetivos son bajar hasta 105 yenes y subir a más de 1,26 en el caso del EURUSD según otras fuentes consultadas en Londres esta mañana.