Las crecientes tensiones geopolíticas que han acribillado el paisaje de inversión en los últimos tiempos deberían haber dado lugar a un poderoso movimiento alcista en el precio del oro. A este respecto, Ned Naylor-Leyland, gestor del fondo Old Mutual Gold & Silver, apuntaba que los entusiastas observadores del metal precioso habrán notado que, mientras el […]
Dirigentes Digital
| 25 may 2018
Las crecientes tensiones geopolíticas que han acribillado el paisaje de inversión en los últimos tiempos deberían haber dado lugar a un poderoso movimiento alcista en el precio del oro. A este respecto, Ned Naylor-Leyland, gestor del fondo Old Mutual Gold & Silver, apuntaba que los entusiastas observadores del metal precioso habrán notado que, mientras el precio del petróleo se disparaba, los precios del oro apenas se movieron por “la decisión del presidente Donald Trump de sacar a Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní”. Un gran evento geopolítico, y el metal dorado no hizo nada. Esto llevó a algunos inversores a preguntarse “si el oro había perdido su condición de activo de refugio seguro”. En opinión del experto, antes de comenzar a cuestionar el papel del oro y cómo debe funcionar en diversas condiciones, cabe recordar el verdadero motor del metal precioso. Simplemente es el movimiento en los tipos de interés reales. Y por “real” entiende, por supuesto, la diferencia entre los tipos nominales y la tasa de inflación. En este sentido, si bien las tipos reales están limitadas al rango, como lo están actualmente, “el precio del oro no irá a ningún lado rápidamente, en nuestra opinión”. Los últimos datos económicos en los Estados Unidos pusieron de relieve una ligera pérdida de impulso, un reflejo del crecimiento global en general. La última cifra de inflación estadounidense se situó marginalmente por debajo de las expectativas de los analistas, a la altura de las expectativas de inflación de que los precios de del país norteamericano se hallaban en una tendencia de rápido aumento. Pero si bien la inflación puede haber sido menor a la anticipada, las expectativas de tipos de interés de las alzas futuras también se “han atenuado”. Las expectativas de inflación se ajustaron a la baja. Las expectativas de tipos, también. Por eso, hay estancamiento. Entonces, ¿qué nos proporcionará el catalizador para un movimiento en el metal precioso? Bueno, la correlación entre el precio del petróleo y la inflación podría restablecerse nuevamente, lo que provocaría una mayor inflación en los Estados Unidos. Para aquellos cuyos recuerdos se remontan lo suficiente, solía haber alguna causalidad entre estas dos variables. De lo contrario, señala el experto, las expectativas de que la Reserva Federal aumente repentinamente los tipos de interés cuatro veces este año podrían “echarse a perder”. En cuyo caso, los tipos de interés reales podrían caer desde los niveles actuales. Y si ese es el caso, Naylor-Leyland considera que “empezaremos a ver un movimiento alcista en el precio del oro”.