Si existe algún riesgo que los inversores deberían tener en cuenta a medio plazo no se encuentra precisamente en la renta variable, pese a la tormenta bursátil de los últimos días, ya que las compañías mantienen su potencial de revalorización, sobre todo las small caps, las de pequeña y mediana capitalización. Esta es, al menos, […]
Dirigentes Digital
| 31 may 2018
Si existe algún riesgo que los inversores deberían tener en cuenta a medio plazo no se encuentra precisamente en la renta variable, pese a la tormenta bursátil de los últimos días, ya que las compañías mantienen su potencial de revalorización, sobre todo las small caps, las de pequeña y mediana capitalización. Esta es, al menos, la opinión que mostraron varios de los gestores de fondos convocados por el Foro MedCap, celebrado en la Bolsa de Madrid y organizado por BME. Lola Solana, gestora de los fondos de small caps de Santander Asset Management, recordó que la principal amenaza la constituye siempre el miedo del inversor, ante los episodios de volatilidad de los mercados. Pero esta es, sin embargo, la principal fortaleza que debe utilizar un gestor precisamente: mantener la sangre fría para aprovechar las correcciones y entrar en compañías o incrementar posiciones en otras cuando todo el mundo está vendiendo. A su juicio, el riesgo político y el de una escalada en el precio del petróleo son más manejables por los gestores de fondos. El primero, porque “siempre estará el BCE para imponer sensatez” finalmente, si algún gobierno quiere aplicar medidas contrarias al rumbo de la economía. “La experiencia demuestra que todo acaba pasando, como ocurrió con Grecia, el Brexit“, recordó. Y respecto al crudo, no considera que supere un nivel que sería perjudicial para España, por el efecto detractor que tendría sobre la renta disponible de las familias, en un momento en que se necesita un crecimiento de los salarios para fortalecer el crecimiento de la economía española. Para Ricardo Vidal, director de inversiones de la gestora independiente EDM, el mayor riesgo para los inversores es la falta de alternativas a la renta fija que encuentran muchas personas de perfil conservador, que han sido empujadas de esta forma a invertir en renta variable y se encuentran ahora en una situación de inestabilidad porque “no están acostumbradas a la volatilidad de las bolsas”. Vidal insistió en que los vaivenes de los mercados son los mejores aliados de los gestores. Y en su caso el temor viene derivado de que las compañías donde invierten no cumplan los objetivos de negocio de sus planes estratégicos, lo que repercutiría en la rentabilidad de las carteras de los fondos. Sebastián Redondo, director de inversiones de Bankia Gestión de Activos, reiteró la idea de que el principal riesgo se encuentra ahora en la renta fija, lo que condiciona las carteras en la medida en que los activos de deuda siguen conformando un parte importante de las mismas. Y esto obliga a asumir más riesgo en renta variable porque ofrece mayores oportunidades de revalorización, pese a que no esté barata, teniendo en cuenta que la rentabilidad por dividendo se encuentra en el 3% de media. Luis Buceta, director de inversiones de Banco Alcalá, advirtió de que el principal riesgo se encuentra en un evento de liquidez en el mercado de renta fija, porque es más restrictivo para los flujos de dinero, y tendría repercusiones en la bolsa, al ser mercados más líquidos, por las ventas indiscriminadas de los ETF y los inversores institucionales.