Alcaldesa de Valencia durante 24 años (1991-2015) y diputada por Valencia en las Cortes Valencianas desde 1983 y 2015. Nadie puede negar que la carrera política de Barberá no haya sido de máximo peso. Dentro, y fuera del Partido Popular, del que formaba parte desde 1976 tras estar afiliada también en Alianza Popular. Su irrupción en la política valenciana llegó en 1983, consiguiendo su primera acta de diputada en las Cortes Valencianas, para pasar a convertirse en una figura clave del PP tras conquistar la alcaldía de Valencia en 1991. Allí se construyó un perfil elevado de una política siempre polémica y muy admirada por los miembros de su partido, especialmente al lograr encadenar mayorías absolutas e incuestionables en Valencia durante muchos años. En 2007 obtuvo su mejor resultado con el 56,67 % de los votos y 21 concejales frente a la candidata socialista Carmen Alborch. En junio de 2008, fue la presidenta del XVI Congreso del Partido Popular, celebrado en la ciudad de Valencia. Se le propuso en dos ocasiones encabezar las listas del PP al Congreso de los Diputados por la provincia de Valencia, para las elecciones generales de 2008 y 2011, ya que según las encuestas era una de las políticas con mejores valoraciones para la ciudadanía, pero en sendas ocasiones Rita Barberá rechazó la propuesta. Entre sus mayores logros en Valencia, la llegada del AVE a la ciudad, la ampliación del puerto para preparar la Copa América de Vela, la ampliación de la red de Metrovalencia o la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Pero muchos de ellos también se vieron ensombrecidos por algunos problemas que enturbiaron su reputación. Después llegarían el famoso ‘caloret’ y otros asuntos judiciales fueron el inicio de la caída de un mito en el partido, cuyo nombre se había manejado incluso para ocupar un ministerio durante los Gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy. El 12 de septiembre de 2016 el Tribunal Supremo decidió abrir una investigación penal por un presunto delito de blanqueo de capitales en su etapa de alcaldesa de Valencia. El PP le pidió que renunciase como senadora, pero Barberá decidió darse de baja del partido entrando a formar parte del Grupo Mixto. 24 años exactamente pasó siendo dueña y señora del Ayuntamiento de Valencia hasta su sonada caída (“hostia” en sus propias palabras) en 2015, con la pérdida de la mitad de sus concejales en las elecciones, pasando de 20 a 10. Ahora, solo unas horas después de declarar por el Caso Taula, un infarto ha puesto fin a la vida de uno de los mayores pesos pesados de la política española.
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