La inversión pública peruana creció 13,4% en los primeros ocho meses, pero el presidente Martín Vizcarra enfrenta dificultades para llevar adelante su programa de reformas. Esta semana se define una medida crucial. A pesar de contraerse 95,6 millones euros en agosto último respecto de lo registrado en el mismo mes de 2017 (536 versus 631 […]
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| 17 sep 2018
La inversión pública peruana creció 13,4% en los primeros ocho meses, pero el presidente Martín Vizcarra enfrenta dificultades para llevar adelante su programa de reformas. Esta semana se define una medida crucial.
A pesar de contraerse 95,6 millones euros en agosto último respecto de lo registrado en el mismo mes de 2017 (536 versus 631 millones, respectivamente), la inversión pública de Perú creció 13,4% al cabo de los primeros ocho meses de 2018.
Así lo informa el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) al reportar las cuentas de los dos primeros cuatrimestres de este año, cuando la ejecución presupuestaria llegó a 4303 millones de euros. En todo 2017, el balance creció 8,7%.
La noticia lleva entusiasmo a la economía peruana después de que, en 2015 y 2016, los índices habían caído a 7962 y 7076 millones de euros, respectivamente, y fueron los gobiernos locales los que más invirtieron en obra pública, según detalla el informe.
Paralización
Con todo, el Gobierno no ha conseguido dinamizar la economía en los términos planteados por el presidente Martín Vizcarra, quien asumió el cargo en marzo para reemplazar a Pablo Kuczynski, destituido a raíz del escándalo Odebrecht.
En un mensaje enviado al país este domingo, el mandatario dijo que entregó personalmente cuatro proyectos de reformas macroestructurales al Parlamento hace 40 días y que no ha obtenido la aprobación de ninguno por parte de los legisladores.
“¡Ni uno sólo en 40 días! Por el contrario, han tratado de dilatar y desnaturalizar los proyectos, con absurdas modificaciones que de aprobarse los transformarían en proyectos inútiles y perjudiciales”, dijo el jefe de Estado, al anunciar una “cuestión de confianza”.
Cuestión de confianza
La “cuestión de confianza” es un recurso constitucional para hacer que el Parlamento respalde una determinada política del Ejecutivo, que puede solicitar el apoyo de la mitad más uno de los congresistas ante circunstancias excepcionales.
“Las tan necesarias reforma política y del sistema de justicia son cuestión de Estado y como tales prioritarias para el Poder Ejecutivo”, remarcó Vizcarra en su mensaje a la Nación. Tras su discurso, el Congreso debe celebrar, este miércoles (19), una sesión extraordinaria.
En caso de aprobarse la moción presidencial, el recinto debe tratar las reformas propuestas y someterlas a referéndum en diciembre próximo. Las próximas elecciones generales están previstas para 2021, pero podrían adelantarse según sea el resultado de la moción de confianza.
Historia repetida
La misma Constitución establece que si la medida le es rehusada “se produce la crisis total del gabinete” y el solicitante debe dimitir. Así, Vizcarra dijo que esperaba que el Congreso “no repita la historia” que, el año pasado, le costó el puesto al primer ministro Fernando Zavala.
Exactamente hace un año, en septiembre de 2017, el entonces ministro Fernando Zavala presentó una cuestión de confianza para evitar la destitución de la ministra de Educación, Marilú Martens. Al ser rechazado, Zavala debió salir junto con su gabinete
“¡No nos van a doblegar! Estoy convencido de que juntos, vamos a construir el Perú que queremos para nuestros hijos. ¡Reforma Ya!”, exclamó este domingo el presidente Martín Vizcarra. Los días próximos serán decisivos para comprobar su aserción.