Pedro Sánchez y Emmanuel Macron tienen muchas cosas en común: son líderes jóvenes y practican un estilo de política diferente que a veces provoca polémicas. Sánchez ha copiado mucho la gestión pragmática de su colega en París, quiere crear una “Startup-Nation” y ha creado el ministerio de la transición ecológica a la francesa. Ahora quizás […]
InternacionalDirigentes Digital
| 31 oct 2018
Pedro Sánchez y Emmanuel Macron tienen muchas cosas en común: son líderes jóvenes y practican un estilo de política diferente que a veces provoca polémicas. Sánchez ha copiado mucho la gestión pragmática de su colega en París, quiere crear una “Startup-Nation” y ha creado el ministerio de la transición ecológica a la francesa. Ahora quizás sea el momento de que Macron aprenda de España. Por el momento, Francia sigue con el plan de subvencionar parte de la producción de electricidad verde. Mientras que desde hace 2 años España vende casi todas las energías renovables a precio de mercado, en septiembre dimitió el ministro de Transición ecológica Nicolas Hulot que ha sido sustituido por otro activista ecológico, François de Rugy. Hulot ha tenido problemas con Macron por sus contradicciones en materia de renovables.
Al fundador y presidente de la Fundación Nicolas Hulot para la Naturaleza y el Hombre le hubiera gustado la salida completa de la energía nuclear, pero por el momento Macron se compromete solamente a reducir la dependencia nuclear a un 50%. Con la presión de los compromisos de París en materia de protección del medio ambiente en la nuca, los franceses a diferencia de los españoles siguen incentivando la producción de algunas renovables. “Creemos que es el camino equivocado. Nosotros pensamos que es mejor tener todas las energías sin subvenciones, para que haya libre competencia y también para que haya más progreso en eficiencia y tecnología energética”, dice Hanno Schoklitsch, CEO de la empresa tecnológica alemana Kaiserwetter, también está comprometida con la lucha global contra el cambio climático.
LA ESTRELLA SOLAR: TRIPLICAR LA POTENCIA INSTALADA HASTA 2023
El gobierno francés ha lanzado en 2017 un plan para triplicar la energía solar hasta 2023. Para ello, quiere estimular el autoconsumo con una subvención de 50 euros por MW, pero para disfrutar de esto el productor tiene que consumir también el 50% de la energía. Ahora mismo, Francia alcanza unos 2500 MW aproximadamente, instalados en régimen de energía solar. Sin embargo, para la empresa hispano-alemana Siemens Gamesa, esto todavía no es suficiente. “Hay que invertir también en molinos en el mar”, dice su CEO, Markus Tacke. El mercado francés es importante para la empresa, que tiene previsto equipar tres parques eólicos en Tréport (Seine-Maritime), Saint-Brieuc y Noirmoutier (Vendée). La empresa, que emplea a 25.000 personas, quiere además construir una fábrica de molinos en Havre (Seine-Maritime).
FRANCIA TIENE UN LOBBY DURO
La buena noticia: en el segundo trimestre, el 22% de la demanda eléctrica en Francia se ha cubierto con renovables. Con esto, el país se posiciona ya muy en frente de los países “verdes” en Europa y llega casi a su objetivo de 2020, que es el 23%. Desde una posición de apoyo a la energía nuclear, el país ha reconocido al igual que España que hay que seguir fomentando las energías renovables.
Pero las empresas francesas de energías fósiles y del poder nuclear también presionan por su interés – entre ellas Total, Engie, EDF, Orano, Vinci, Eiffage, etc. Por ello, los activistas verdes siguen al nuevo ministro de transición ecológica Rugy muy de cerca para que no se rinda: “Tenemos que hacer todo lo posible para que las renovables sean a partir de ahora la energía de referencia y no la nuclear”, exige la presidenta del WWF France, Isabelle Autissier.