El 29 de marzo está a la vuelta de la esquina y la posibilidad de materializar un acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea antes del día definitivo del divorcio, cada día está más lejos. Una situación arriesgada que implica anular los acuerdos que se han alcanzado hasta la fecha e imponer nuevas condiciones. […]
InternacionalDirigentes Digital
| 30 ene 2019
El 29 de marzo está a la vuelta de la esquina y la posibilidad de materializar un acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea antes del día definitivo del divorcio, cada día está más lejos. Una situación arriesgada que implica anular los acuerdos que se han alcanzado hasta la fecha e imponer nuevas condiciones.
En este posible escenario, las aerolíneas serían uno de los sectores más perjudicados.Especialmente, Iberia. Tras la fusión entre la compañía española con British Airways, que dio como resultado el holding IAG, tanto la firma que preside Luis Gallego, como Iberia Express, Vueling o Aer Lingus perderían su permiso para operar en ciudades europeas. Solo podrían salvarse si demuestran cumplir con las normas de propiedad de la Unión Europea.
La normativa comunitaria recoge que el 50% de las empresas con licencia de vuelo en la Unión Europea deben ser propiedad de accionistas que residen en estados miembros. De ahí el quebradero de cabeza de Iberia.
En el momento actual, España concentra una cuarta parte del tráfico entre Europa y Latinoamérica con más de siete millones de pasajeros en 2017. Iberia, considerada la puerta que une ambos continentes resultara una de las más afectadas por esta situación, amenazando la conexión entre ambos continentes. También se verían salpicadas aquellas que operan a corto y medio radio para nutrir los vuelos de largo radio, como es el caso de Iberia Express.
Según adelanta Vozpópuli, Air France y Lufhtansa estarían presionando dentro de la Comisión Europea para hacerse con el control de la T4 si la matriz de Iberia -IAG- pierde la opción de operar dentro de la UE. De producirse este hecho, las citadas compañías serían las más beneficiadas de una ruptura sin acuerdo en detrimento del grupo Iberia.
Según datos de la citada compañía, desde el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Iberia realiza un total de 250 vuelos semanales al sudamérica repartidos en 18 destinos y un total de 87 acuerdos de código compartido. De ahí el papel esencial que juegan estas instalaciones en el desempeño de su actividad.