En China, la industria basada en la creación de productos y manufacturas va dejando paso a otro tipo de modelo productivo. El crecimiento algo más reducido de la economía china en los últimos años tiene que ver con esa transformación, que ahora se enfoca en actividades con mayor valor añadido que necesitan de más cualificación […]
InternacionalDirigentes Digital
| 21 mar 2019
En China, la industria basada en la creación de productos y manufacturas va dejando paso a otro tipo de modelo productivo. El crecimiento algo más reducido de la economía china en los últimos años tiene que ver con esa transformación, que ahora se enfoca en actividades con mayor valor añadido que necesitan de más cualificación y mejores medios técnicos.
En particular, la economía china ha virado hacia las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como para el comercio minorista que ha aflorado con plataformas como Alibaba. En concreto, según los datos que maneja el FMI, se crearon 14 millones de puestos de trabajo de alta cualificación desde 2011 hasta 2016.
La consecuencia de que entrara esa gran cantidad de trabajadores cualificados en la producción china fue la subida de los sueldos medios. En concreto, el salario medio se duplicó. No obstante, las TIC representaron una parte pequeña de la metamorfosis en el país más poblado del mundo.
Junto a ese sector han aparecido el del comercio electrónico y el denominado como economía colaborativa. En el caso del Amazon chino, Alibaba Group, ha creado un total de 30 millones de empleos indirectos en diez años a través de las 11 millones de pequeñas y medianas empresas con las que colabora.
Por su parte, el servicio de transporte Didi Chuxing Technology acumula una fuerza laboral que ronda los 13 millones de conductores. No obstante, teniendo en cuenta que el comercio electrónico sigue creciendo, estos dos segmentos podrían continuar al alza.
En todo caso, la transformación de China podría hacer pensar que los puestos de trabajo de los pequeños comercios peligran. Sin embargo, según el FMI se han mantenido estables. El sector que sí ha notado estos cambios es el de la industria, que tiene nueve millones de trabajadores menos que hace siete años.
En todo caso, la digitalización ha tenido impactos más positivos que negativos en China. Se calcula que un tercio de los empleos que se crearon en ese país se debieron a la adopción de nuevas tecnologías. El desafío ahora para la segunda mayor economía del mundo es la de transformar a sus trabajadores instruidos para las fábricas y que ahora necesitan adaptarse a empleos en servicios, más intensivos en mano de obra.