En esta ocasión el cuento de Pedro y el lobo acaba de una manera distinta. Tras varios avisos por parte del gobierno y del Banco de Francia de que las protestas de los chalecos amarillos iban a lastrar el crecimiento de la economía gala, los datos oficiales de Instituto Nacional de Estadística francés reflejan otra […]
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| 26 mar 2019
En esta ocasión el cuento de Pedro y el lobo acaba de una manera distinta. Tras varios avisos por parte del gobierno y del Banco de Francia de que las protestas de los chalecos amarillos iban a lastrar el crecimiento de la economía gala, los datos oficiales de Instituto Nacional de Estadística francés reflejan otra realidad.
El propio Banco de Francia había vaticinado que los tres últimos meses del año se ralentizaría el crecimiento del país, desde el 0,4% esperado con anterioridad, hasta el 0,2% en la última revisión. No obstante, ese pronóstico no se ha cumplido y el país que preside Emmanuel Macron creció un 0,3% durante el último trimestre de 2018.
En ese sentido, a pesar de que las protestas que se iniciaron el 17 de noviembre han tenido consecuencias adversas sobre la producción francesa, no han sido tan graves como se preveía. De ese modo, la economía de este país creció un 1,5% durante 2018, una cifra inferior al 2,3% que se registró durante 2017.
En todo caso, sí que se observa una desaceleración de la producción de bienes y servicios que, por otra parte, no afectó de manera notable en el PIB. La Estadística francesa de que “la producción de bienes y servicios se desaceleró ligeramente en el cuarto trimestre de 2018”, desde el 0,5% en el tercer trimestre hasta el 0,5% en el cuarto.
Así, la variable que ha mantenido el pulso de Francia ha sido el comercio exterior. En el caso de las exportaciones, marcaron un aumento del 2,3% interanual en el cuarto trimestre, lo que representa un alza de dos décimas con respecto al trimestre anterior.
Para este 2019, el gobierno francés ha aplicado la prudencia en sus previsiones de crecimiento. Mientras que la anterior proyección indicaba que la economía gala se expandiría un 1,7%, ahora el ejecutivo calcula que el crecimiento de este año se mantendrá en el 1,4%, una décima menos que durante 2018.