El IPC refleja que la subida en el coste de la electricidad y la recuperación en el precio del petróleo (55 dólares el barril de Brent) tuvieron un impacto directo sobre el índice, elevándolo hasta el 3% en enero, según los datos del INE. Este incremento mantiene la tendencia al alza de los cuatro meses anteriores y supone su máximo desde octubre de 2012. La inflación avanzó un 1,4% en tasa anual y hasta nueve décimas en tasa intermensual, ya que en diciembre esta variación se situó en el 1,6%. Ya son cinco los meses consecutivo del indicador en positivo, desde el -0,1% registrado en agosto de 2016. El grupo vivienda experimentó una variación interanual del 7,4%, más de seis puntos y medio por encima de la del mes anterior, en base a la subida del precio de la electricidad. Por otro lado, el temporal de frío que recorrió Europa durante las últimas semanas del mes no sólo encareció el precio de la calefacción y el gas, también disparó el coste de los alimentos ante las dificultades en su distribución y el incremento de la demanda de productos españoles. Los transportes crecieron también un 7,6%, casi tres puntos por encima de diciembre, por la subida en el coste de los carburantes. La media de crecimiento del IPC en España se ha situado históricamente en el 6,85% desde mediados del siglo pasado, con máximos como el 28,43% de agosto de 1977 y mínimos como el -1,37% de julio de 2009. La inflación subyacente (sin alimentos y productos energéticos) aumentó una décima, hasta el 1,1%.
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