La Organización Mundial del Comercio dio el visto bueno a China para imponer sanciones compensatorias de hasta 3.580 millones de dólares a productos estadounidenses debido al incumplimiento de Washington de eliminar aranceles antidumping (o haber hecho competencia desleal) que hicieron que los exportadores chinos sufrieran un deterioro de comercio valorado en 7.043 millones de dólares […]
InternacionalDirigentes Digital
| 05 nov 2019
La Organización Mundial del Comercio dio el visto bueno a China para imponer sanciones compensatorias de hasta 3.580 millones de dólares a productos estadounidenses debido al incumplimiento de Washington de eliminar aranceles antidumping (o haber hecho competencia desleal) que hicieron que los exportadores chinos sufrieran un deterioro de comercio valorado en 7.043 millones de dólares en daños anuales. Por tanto este fallo tan solo cubriría la mitad de lo que buscaba Pekín.
El caso fue denunciado por China hace casi seis años, durante el mandato de Obama, y surgió de los gravámenes impuestos a más de 40 productos chinos.
Estados Unidos había acusado a China de proporcionar a sus empresas subsidios para que pudiesen vender productos más baratos en el extranjero. Fue por ello, “para evitar que China inundase el mercado estadounidense con docenas de productos chinos de bajo costo, incluidos paneles solares, muebles, camarones, tubos de acero, neumáticos y lavadoras”, que Estados Unidos “impuso derechos antidumping a esos productos”.
Dichos aranceles antidumping de Estados Unidos fueron declarados ilegales por un panel de la Organización Mundial del Comercio en 2016. En 2017 la OMC descubrió que Estados Unidos no había seguido las reglas del organismo comercial global en la forma en que impuso los aranceles. Y ahora ha fallado a favor de China.
El gigante asiático aún no ha indicado a qué productos estadounidenses golpeará con aranceles y no está claro si Estados Unidos tomará represalias. Bajo las reglas de la OMC, China puede mantener los aranceles vigentes hasta que Estados Unidos cambie su comportamiento o los dos países acuerden algún tipo de resolución.
Esta situación podría complicar aún más las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo, que tratan de llegar a un acuerdo para poner fin a su lucha comercial que se inició hace casi un año. China ya ha tomado represalias contra Estados Unidos con aranceles sobre productos estadounidenses por un valor de aproximadamente 100.000 millones y Trump ha suspendido la posibilidad de aranceles adicionales si Pekín no está de acuerdo con las demandas de su gobierno.
China podría utilizar la amenaza de estos aranceles aprobados por la OMC para influenciar en las negociaciones comerciales actuales. Pero Pekín, que importa muchos menos productos estadounidenses de los que exporta a los Estados Unidos, se ha mostrado reacio a aumentar los aranceles que ya ha impuesto, porque podría aumentar los costos de productos esenciales como dispositivos médicos y alimentos.
Un funcionario de la administración Trump dijo que Estados Unidos estaba “decepcionado” por la decisión de la OMC y añadió: “no creemos que la decisión del árbitro tenga ningún impacto en las continuas discusiones comerciales entre Estados Unidos y China”.
Ambos países están en medio de cerrar un acuerdo de la “fase 1” de la guerra comercial y el presidente Donald Trump y los negociadores estadounidenses han dicho que son “muy optimistas” y ven positivo el curso de las conversaciones.
La decisión de la OMC probablemente aumente aún más la antipatía de la administración Trump hacia el organismo comercial global. Washington ya ha criticado a la Organización Mundial del Comercio, incidiendo en “su incapacidad para redactar reglas que disuadan a China de proporcionar generosos subsidios a sus industrias”. Y es que, afirman que, a través del uso de empresas estatales, “China ha construido industrias gigantes para fabricar acero, aluminio, paneles solares y otros productos que han inundado los mercados mundiales con productos de bajo costo y han dejado a los competidores estadounidenses fuera del negocio”. EEUU amenaza con hacer lo mismo en industrias emergentes como vehículos de nueva energía y los semiconductores.
Por otra parte, la administración Trump ha abrazado a otros fallos de la OMC a favor de Estados Unidos, incluida una reciente decisión sobre un desafío a los subsidios a la exportación de India y un fallo a principios de octubre que permitió a Estados Unidos tomar represalias en respuesta a los subsidios de la Unión Europea al fabricante de aviones Airbus.