La cuestión política es el primero de ellos. Los principales bancos de inversión y expertos coinciden en señalar que las elecciones que se celebran este ejercicio serán cruciales para el comportamiento de los mercados, especialmente, las del domingo que viene en Grecia.
"El denominador común al que apuntan las encuestas es al auge de los partidos con perfiles extremistas", destacan la firma española, y señala los casos de los "partidos de ideales de izquierdas como Podemos en España o Syriza en Grecia. Los mercados miran con escepticismo una hipotética victoria de estos grupos en los comicios, ya que contemplan dentro de su programa medidas como reestructuraciones de deuda pública e incluso nacionalización de ciertos sectores".
Tampoco podemos dejar de lado la cita con las urnas que tiene Reino Unido en mayo, "en la que comprobaremos si el auge vivido por UKIP de las elecciones europeas tiene continuidad. Este partido euroescéptico incluye entre sus propuestas dejar de formar parte de la Unión Europea" (UE).
El segundo "caballo de batalla" serán (ya lo hemos comprobado esta semana con el Banco Nacional de Suiza) los bancos centrales. El mercado descuenta que el Banco Central Europeo (BCE) lleve a cabo compras masivas de deuda, que incluirán bonos corporativos y soberanos. También da por hecho que tanto el Banco de Japón como el de China harán lo que sea necesario para estimular la economía.
Por el contrario, la Reserva Federal (Fed) podría estar preparándose para una posible subida de tipos. El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) seguirá esta misma línea de actuación, explican desde Self Bank. "Aunque en Reino Unido no ha finalizado aún su particular programa de compra de activos, es previsible que lo haga en el medio plazo. A esta decisión le acompañaría una subida de tipos, que de no producirse podría seguir alimentando burbujas en sectores como el inmobiliario".
La evolución de los precios del petróleo "seguirá siendo uno de los quebraderos de cabeza para los mercados". Estos expertos señalan que una "fecha a marcar en el calendario es la siguiente reunión de la OPEP, prevista para junio", después de que en noviembre el organismo decidiera no reducir la producción.
Explican estos analistas que "las consecuencias de un precio bajo del barril son diversas: mientras que afecta negativamente a economías como Ecuador, Venezuela, Irán o Rusia, se considera una buena noticia para regiones importadoras, entre las que se encuentran la Eurozona, Japón e incluso Estados Unidos. A nivel de sectores productivos, los más favorecidos son los relacionados con el transporte y, en menor medida, la industria".
Finalmente, Self Bank añade un evento que, por el momento, no marca el devenir de la actualidad pero que "por los problemas que ha generado en ocasiones anteriores", deberíamos tener presente: en marzo caduca el acuerdo relativo al techo de deuda en Estados Unidos.
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