Rumanía forma parte de la Unión Europea desde el año 2007, lo que le da cercanía en términos de estándares y libertad de circulación de capitales, por lo que no se dan las mismas dificultades que se pueden encontrar en otros países. Está viviendo una desaceleración económica pero venía de haber crecido a tasas muy altas. […]
| 29 ene 2020
Rumanía forma parte de la Unión Europea desde el año 2007, lo que le da cercanía en términos de estándares y libertad de circulación de capitales, por lo que no se dan las mismas dificultades que se pueden encontrar en otros países.
Está viviendo una desaceleración económica pero venía de haber crecido a tasas muy altas. En 2018 su economía aumentó un 4%, mientras que el pasado ejercicio lo hizo en torno al 3%. “Si tomamos los datos desde el año 2000, Rumanía ha avanzado a tasas de los tigres asiáticos, es el país que en términos per cápita ha tenido un crecimiento del PIB más importante”, destaca el Consejero Económico y Comercial de España en Bucarest, Miguel Ángel Martínez, en una jornada organizada por ICEX. No obstante, es considerado como un “país emergente” en aspectos como el financiero.
Como mercado se ha desarrollado mucho desde su entrada en la UE y las exportaciones se han duplicado. Martínez incide en que “no tiene la visibilidad que tienen otras grandes economías pero, para la exportación española, se encuentra en el top 20-25 y por orden de magnitud le deberíamos dedicar una atención similar a la que se le da a Japón o Brasil”. Además de ser superior a otros mercados más lejanos como Rusia o Corea del Sur.
España es muy importante para Rumanía como socio económico. De hecho, es el octavo cliente de las exportaciones rumanas, mientras que lo que principalmente importan son coches, cereales, bienes de equipo. La estructura industrial también está bastante diversificada. En este sentido, ahora se está desarrollando como un hub tecnológico (con un gran número de programadores y empresas de tecnología, siendo el sector más dinámico en Rumanía).
En relación con lo anterior, el jefe de análisis financiero de Coface, Bogdan Nichisoiu, destaca el potencial del sector primario, siendo uno de los productores agrícolas más relevantes del continente. “Es un país muy fértil y muchas personas vienen aquí a cultivar”, mientras que, por el contrario, desaconseja apostar por la construcción. En 2019, fue un sector “tóxico”, sentenció Nichisoiu.
Por su parte, Leandro Arias, el manager partner de Gestiona Hub, compañía establecida en la capital rumana, transmitió su experiencia en la jornada señalando que “quedan muchas cosas por hacer, debido a que tienden a consumir productos de otros países y creo que España se pierde mucho, en cuanto a ventas”. De hecho, allí se puede crear una empresa con apenas 40€ de capital social. Hay mucha agilidad a la hora de abrir empresas, lo que también se traduce en mayores insolvencias, “porque las organizaciones no están capitalizadas”. La facilitad de fundar una es igual de alta que la de entrar en concurso. Por lo que si están pensando en invertir en allí, recomienda revisar el historial de la misma.
Un caso de una firma que ha apostado por Rumanía para vender sus productos es Industrias Duero, especializada en infraestructuras viales. Eduardo Ramírez, Export Area Manager de la compañía, es el encargado de explorar nuevos mercados. En su primer viaje al país, se dio cuenta de la carencia de infraestructuras que tienen. “Viajar entre Cluj y Bucarest, que son las dos ciudades más importantes, en kilómetros no es una gran distancia, pero sí en tiempo porque las carreteras no son adecuadas y no están bien conectadas, por lo que queda mucho por hacer”. Sobre todo, a la hora de hacer negocios en el país recomienda no olvidar que la “relación de confianza personal debe ir primero y después la comercial”.
