El crecimiento de la deuda pública y del déficit fiscal en países de Latam debilitará la capacidad de los gobiernos de responder a impactos y a una desaceleración económica mundial en 2020 mayor de lo previsto” pronosticó Fitch Ratings la primera semana de enero en un informe titulado La presión fiscal aumenta la vulnerabilidad de Latinoamérica que […]
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| 06 abr 2020
El crecimiento de la deuda pública y del déficit fiscal en países de Latam debilitará la capacidad de los gobiernos de responder a impactos y a una desaceleración económica mundial en 2020 mayor de lo previsto” pronosticó Fitch Ratings la primera semana de enero en un informe titulado La presión fiscal aumenta la vulnerabilidad de Latinoamérica que se publicó cuando el coronavirus acababa de asomarse a las noticias y aún no se había constituido como la amenaza global en la que se convirtió semanas después.
En la misma línea, la tensión que se formó en Oriente Medio después de que EEUU eliminara al militar iraní Qasem Soleimani fue otro factor que los analistas consideraron, en aquellas fechas, al trazar escenarios probables para este año. “Una guerra como esta produciría una inevitable ola de sentimiento antiamericano, permitiendo un fortalecimiento de la narrativa de Pekín”, analizó entonces el director de Relaciones Internacionales de la Fundación Getúlio Vargas (Brasil), Oliver Stuenkel. En las primeras semanas del año se contaba, además, con los aspectos derivados del conflicto de aranceles entre China y EEUU como factor relevante al analizar el probable desempeño de la economía de Latam en 2020, considerando los lazos de los países latinoamericanos con ambos gigantes. No obstante, una vez que ese litigio quedó superado por el acuerdo de las administraciones Trump y Xi, surgió el coronavirus como nuevo elemento de primera relevancia, un villano temerario.
De esta manera, después de terminar con la vida de más de 2500 personas hasta febrero, la epidemia aparece ahora como causa primordial de eventuales efectos económicos que van desde una reducción del 5% en el transporte mundial a la merma de hasta dos décimas en el crecimiento global, según informes emitidos por, entre otros, Goldman Sachs, Citi y el FMI. De tales estudios preliminares (que estaban en elaboración en la última semana de febrero, al cierre de esta edición) se desprende que los países latinoamericanos más afectados serán los que dependen fuertemente de las compras de China, principalmente de materias primas como alimentos y minerales. Vale decir: Chile, Perú, Brasil y Argentina, todos situados en Sudamérica.
“Mucho dependerá de cuánto dure el brote mientras la segunda economía más grande del mundo lucha por volver a la normalidad”, dijo el analista Jamie McGeever (Reuters) después de señalar que la epidemia podría afectar principalmente a esas economías del sur del continente y dejar indemne a México como resultado de una modificación en los planes de inversión en Latam este año.
Tales consecuencias, que son comunes en los informes disponibles, se deben a que Chile exporta cobre a China y una menor demanda de su principal comprador tendrá una expresiva influencia en sus cuentas. La misma razón explica la vulnerabilidad de Perú en las ventas de la misma materia. En el caso de Brasil, la materia prima es el mineral de hierro y casi un tercio de sus exportaciones tienen como destino China, por lo que el efecto será inmediato.
Argentina, a su vez, está expuesta por los volúmenes de soja y carne que exporta al país asiático. En 2019, más de la mitad de sus ventas a China fueron de productos primarios y manufacturas del agro (3629 millones y 3024 millones de dólares, respectivamente, según el Indec, Instituto Oficial de Estadísticas). Las bajas que experimenten esos sectores podrían revertirse en el segundo trimestre con una eventual neutralización del brote, estimó la consultora local Bacigalupo. Independientemente de ello, el efecto inmediato será una bajada en los precios de tales productos, coinciden los informes.
México, mientras tanto, podría pasar por esta crisis sin grandes consecuencias debido a que está mucho menos expuesto a China, “ya sea a través de vínculos comerciales directos o por la caída de los precios de las materias primas a nivel mundial”, apunta McGeever. Para Goldman Sachs, si los precios de las materias primas caen un 10%, el impacto en Perú y Chile será de 1,3 puntos porcentuales de su PIB, mientras que en México sólo llegará a 0,05 puntos. En términos financieros, el 56% de los gestores de fondos latinoamericanos estima que la desaceleración del crecimiento y la demanda de materias primas en China es el mayor riesgo al que se enfrenta la región, según consta en el último sondeo mensual de Bank of America Merrill Lynch (BAML). “La fuente clave de riesgo bajista para Latam es un deterioro de los términos de intercambio provocado por un impacto profundo y duradero de una desaceleración de China sobre los precios de las commodities”, dice Alberto Ramos, jefe de investigación de Goldman Sachs para América Latina.
Los analistas del Citi, en cambio, son los más optimistas. Proyectan (en su estudio del Índice de vulnerabilidad) que el coronavirus estará controlado a finales de marzo. No obstante, sus expertos también ubican a Chile, Ecuador y Perú como los más vulnerables, con puntuaciones de 100, 98 y 97, respectivamente (correspondiendo el número más alto a una situación más grave). Para esa medición, los especialistas del Citi evaluaron el crecimiento económico, la cadena de proveedores, las materias primas y los riesgos de volatilidad del mercado externo. En la lista, Brasil figura con una puntuación de 66, Colombia con 63 y México apenas con 27, nuevamente el menos afectado.
El FMI, por su parte, estimó que el COVID-19 (nombre del virus) podría restar hasta dos décimas al crecimiento mundial y que el crecimiento de la región se situará en el 1,5% en 2020.
Mientras el contagio viral continuaba expandiéndose en los últimos días de febrero sin señales claras de haber sido controlado, algunos analistas, si bien cautos a la hora de cuantificar el impacto económico, coincidían en que la epidemia será determinante para los resultados de este año.
“Ya hemos visto cómo la economía china, el tráfico aéreo y las cadenas de suministro globalmente integradas se han visto perturbadas. Por supuesto, esto tiene consecuencias para la economía mundial y ciertamente para América Latina“, dijo Amrita Narlikar, presidenta del Instituto Alemán de Estudios Regionales GIGA, citada por la Deutsche Welle. El servicio informativo alemán también señalaba que la economía de México, al estar “completamente orientada hacia EEUU”, estaría más protegida frente a la crisis viral. China es el principal proveedor de mercancías de al menos diez países de Sudamérica y es un mercado de ventas esencial para casi todos los países de la región, notoriamente los citados Brasil, Perú y Chile, que envían entre un tercio y una cuarta parte de todas sus exportaciones a China.
En lo que concierne a las inversiones españolas en Latam, la crisis viral también afecta las operaciones llevando a que el 65% de las empresas presentes en la región hayan planeado reducir sus inversiones en casi 11 puntos por debajo de las realizadas un año antes, según el reciente informe Panorama de inversión española en Iberoamérica, elaborado por IE Business School, Iberia, LLYC y Casa de América.
Solo el 20% de las empresas españolas prevé que la economía de la región tendrá una evolución positiva a lo largo de 2020, frente al 45% hace un año, señala el informe. Al mismo tiempo, el 67% de los consultados opina que el contexto será negativo, por encima del 38% del mismo sondeo del año pasado. “Un brote prolongado traerá otra ronda de rebajas de crecimiento”, concuerdan los analistas del Citi.
Por último, el reporte también considera que México será el país en el que más empresas españolas esperan aumentar sus inversiones en 2020, seguido de Colombia, Perú y Brasil. “El atractivo de los mercados internos sigue siendo la principal ventaja que encuentran las compañías a la hora de invertir en la región”, de acuerdo con las conclusiones del informe.
En suma, sea cual sea la evolución de la epidemia en las próximas semanas, a finales de febrero el consenso de las previsiones era que el Sur de Latam sería la región efectivamente más golpeada, mientras que el efecto sería menos sentido en México. El hecho de que al sur están las economías más relevantes del continente de orientación liberal (Chile, Perú y Brasil) y al norte la de izquierda (México) es una mera circunstancia coyuntural.