Las exportaciones, dentro del contexto de guerra comercial con EE.UU., van a contribuir negativamente al PIB. Pero consumo e inversión repuntarán unas décimas con respecto a 2019. Todo ello, además, conllevará un repunte de la inflación china del 3,3% (según UBS). En este sentido, China acaba de recortar cincuenta puntos básicos su ratio sobre reservas […]
InternacionalDirigentes Digital
| 07 ene 2020
Las exportaciones, dentro del contexto de guerra comercial con EE.UU., van a contribuir negativamente al PIB. Pero consumo e inversión repuntarán unas décimas con respecto a 2019. Todo ello, además, conllevará un repunte de la inflación china del 3,3% (según UBS).
En este sentido, China acaba de recortar cincuenta puntos básicos su ratio sobre reservas bancarias, precisamente para estimular consumo e inversión. A lo largo del año, según los analistas consultados por DIRIGENTES, se espera otro recorte idéntico. Estas medidas liberarán unos doscientos mil millones de dólares, en liquidez, al sistema. Y, dentro del frente fiscal, también se ha anunciado una inversión masiva en infraestructuras. Al sector ferroviario se destinarán unos cien mil millones de dólares. A otras vías de comunicación, tanto carreteras como canales, casi el doble. Y también está prevista la construcción de nuevos aeropuertos. Además, las manufacturas con alto valor añadido o la seguridad social también van a recibir respaldo fiscal del gobierno, que emitirá más deuda. La deuda total en China, sin embargo, no ha cesado de crecer hasta rozar, actualmente, el 300% del PIB.
China, sin embargo, es desde hace décadas un país acreedor neto con el resto del mundo. Tiene las reservas de divisas más altas del planeta. Y su deuda externa, en comparación con otras economías, apenas asciende al 15% del PIB. España, sin ir más lejos, mantiene una deuda externa superior a la china en términos absolutos. Y, en porcentaje del PIB, suma el 168%. La deuda, en China, es sobre todo un problema doméstico relacionado con una asignación ineficiente de los recursos. Pero, en general, no existe riesgo de insolvencia con sus obligaciones internacionales. Dicho con otras palabras, en estos momentos, China está bastante lejos de solicitar un rescate financiero al FMI.