Las acciones estadounidenses tuvieron su mejor semana en 45 años con el Dow Jones subiendo un 12,67%, el S&P500 ganando un 12,1%, su mayor ganancia en 7 días seguidos desde 1974, cuando se recuperó más del 14%. Y el Nasdaq tuvo su mejor semana desde 2009, con un salto del 10,6%. Algunos estrategas piensan que […]
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| 11 abr 2020
Las acciones estadounidenses tuvieron su mejor semana en 45 años con el Dow Jones subiendo un 12,67%, el S&P500 ganando un 12,1%, su mayor ganancia en 7 días seguidos desde 1974, cuando se recuperó más del 14%. Y el Nasdaq tuvo su mejor semana desde 2009, con un salto del 10,6%.
Algunos estrategas piensan que los mercados no han comprendido completamente el alcance de la devastación que el coronavirus causará en la economía, y mucho menos el coste humano.
Las acciones subieron gracias a que el jueves la Reserva Federal liberaba otros 2,3 billones de dólares para apoyar la economía estadounidense. La nueva ronda de préstamos del banco central incluye aún más apoyo para pequeñas empresas con 600.000 millones adicionales en préstamos, así como 75.000 millones en fondos del estímulo del Departamento del Tesoro a través de la Ley Fiscal de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus.
La Fed también está expandiendo otras tres líneas de crédito que ya había establecido para consumidores y empresas con 850.000 millones más en créditos respaldados por 85.000 millones en protección crediticia del Departamento del Tesoro.
Además, por primera vez, también se destina dinero para los estados, ciudades y municipios con hasta 500.000 millones de dólares en préstamos y 35.000 millones en protección crediticia.
A través de este programa de préstamos, la Reserva Federal comunicó que comprará deuda a corto plazo con al menos más de un millón de personas. La Fed también dijo el jueves que proporcionará financiamiento a los bancos que participan en el Programa de Protección de Cheques de Pago de la Administración de Pequeñas Empresas para ofrecer préstamos a 4 años a compañías de hasta 10.000 empleados.
La Fed espera que estos movimientos, junto con muchos otros programas de préstamos, y la reducción de los tipos de interés a cero, puedan apoyar a la economía de EE.UU.
Por otra parte, el paquete de estímulo de 2,2 billones de dólares aprobado a finales de marzo por el gobierno estadounidense, conocido oficialmente como la Ley CARES, estableció el Programa de Protección de Cheques, que está diseñado para que empresas devastadas por la pandemia de coronavirus puedan obtener efectivo e incentivarlos a mantener al personal en nómina o volver a contratar trabajadores que ya han sido despedidos. Alrededor del 70% de los propietarios de pequeñas empresas han solicitado el alivio económico del coronavirus.
Con el país prácticamente parado y la economía contrayéndose rápidamente a medida que los gobiernos estatales y locales adoptan medidas rígidas para controlar la propagación de COVID-19, los economistas predicen un período de “desinflación” o incluso una deflación total.
El objetivo del grupo de trabajo económico de la Casa Blanca es encontrar formas de abrir la mayoría de los negocios del país una vez que acabe la fecha prevista para mantener el distanciamiento social el 30 de abril.
El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, ha dicho que “está seguro” que es posible que la economía estadounidense pueda comenzar a reabrir sus negocios en mayo.
El Fondo Monetario Internacional estima que la pandemia del coronavirus provocará “la peor caída económica desde la Gran Depresión” de 1929. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, destacó que el mundo está confrontando una “crisis sin igual”, y aseguró que la “recuperación parcial” de la economía global no se producirá hasta 2021. Georgieva advirtió que los países emergentes y pobres “corren un gran riesgo”. Según el organismo, 170 países de sus 189 miembros van a registrar una contracción de su ingreso per cápita este año.
Los temores de una fuerte recesión mundial y una guerra de precios del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia han llevado a un colapso en los precios del crudo. En marzo, los precios de la gasolina cayeron un 10,5%, la mayor cantidad desde febrero de 2016, después de caer un 3,4% en febrero. Y desde los máximos de principios de año el precio del “oro negro” se ha desplomado un 70%.
Las principales naciones petroleras en conversaciones con los miembros del G20 han finalizado un acuerdo para llevar a cabo grandes recortes de producción del crudo para elevar los precios golpeados por la crisis del coronavirus y por las tensiones entre Rusia y Arabia Saudí.
En concreto la OPEC ha acordado recortes de producción de 10 millones de barriles por día en mayo y junio y desde julio y hasta finales de año dicha reducción será de ocho millones de barriles por día. A partir de enero de 2021 la cifra bajará hasta los 6 millones de bpd y se extenderá hasta abril de 2022.
A final de la semana el West Texas se quedó por debajo de los 22 dólares por barril y el Brent apenas superó los 32 dólares.
Además esta semana se han publicado los precios al consumidor de marzo que han registrado la mayor caída en cinco años y es probable que se produzcan nuevas disminuciones, ya que el nuevo brote de coronavirus suprime la demanda de algunos bienes y servicios, compensando el aumento de precios relacionados con la escasez resultante de las interrupciones en la cadena de suministro. El Departamento de Trabajo dijo el viernes que su índice de precios al consumidor cayó en concreto un 0,4% el mes pasado en medio de una caída en los costos de la gasolina, el alojamiento en hoteles, la ropa y los billetes aéreos. Esa fue la mayor caída desde enero de 2015 y siguió a una ganancia del 0,1% en febrero. En los 12 meses hasta marzo, el IPC aumentó un 1,5% después de aumentar un 2,3% en febrero. Se espera una disminución general del nivel de precios a pesar de las medidas extraordinarias de la Reserva Federal.
Excluyendo los componentes volátiles como alimentos y energía, el IPC bajó 0,1% en marzo, la primera caída desde enero de 2010.
El precio de los alimentos subió en Estados Unidos un 0,3% el mes pasado después de un aumento del 0,4% en febrero.
El alquiler aumentó 0,3%, el costo del alojamiento en hoteles y moteles cayó un 7,7% en marzo y las tarifas aéreas disminuyeron un 12,6% el mes pasado, la mayor disminución registrada. Por su parte, los costos de atención médica aumentaron un 0,4%.
Los precios de la ropa cayeron un récord del 2% en marzo después de aumentar 0,4% en febrero. Los precios de los vehículos nuevos cayeron un 0,4%, la mayor bajada desde abril de 2018.