Austria demuestra valor y será referencia en la crisis Covid-19

La iniciativa de algunos países de reiniciar otra vez la vida social y comercial después de la cuarentena presiona a sus vecinos. Mientras que en Alemania aumenta la crítica contra la estrategia de algunos “Länder” de reabrir tiendas, colegios y restaurantes, Austria ya ha decidido que quiere salvar su economía. Nacido en 1986 Sebastian Kurz es el jefe de gobierno más joven de Europa y quizás el más valiente: Durante su cancillería, Kurz habilitó las 12 horas del día laboral, inició una fusión de todos los seguros sociales austriacos, abolió la prohibición de fumar y estableció clases obligatorias de alemán para los inmigrantes. En la actual crisis el conservador no quiere hundir su economía y ha luchado para ello por un camino de una vuelta lenta a los cafés, peluquerías y también para los colegios, algo que en Alemania no se atreven todavía. Sin embargo, para el país vecino, Hungría, su estrategia de vuelta a la normalidad es peligrosa. Premier Viktor Orban dice que no quiere ser tan atrevido como los austriacos, pero tampoco quiere quedarse atrás.

Todo el mundo mira con atención a Austria y al impacto de su política liberal en el número de nuevas infecciones. En este país la apertura es como en muchos otros países asimétrica. Por lo tanto, el Tirol será una de las regiones que más tiempo tendrá que esperar, por haber sido un foco de infección. Kurz se respalda con datos positivos sobre su gestión. Según el órgano europeo de lucha contra pandemias ECDC, Austria ya ha pasado su pico de infecciones, mientras Suecia y Gran Bretaña por ejemplo todavía están en una fase caliente. Igual que España, Austria ha empezado una investigación para saber que porcentaje de su población ya tiene anticuerpos. Mientras tanto Salzburgo quiere también reabrir gradualmente los hogares de ancianos a partir del 4 de mayo, bajo condiciones estrictas y con un número limitado de parientes.

Austria quiere abrir también el turismo

También el turismo austriaco está a punto de despegar otra vez: “No veo absolutamente ningún peligro de que el coronavirus pueda propagarse de forma infecciosa en las aguas de baño. Aquí realmente podemos aclarar “todo”, dice el inmunólogo Hannes Stockinger de MedUni Vienna. “Estos virus no pueden sobrevivir en el agua”. Además, dice que Corona se inactiva rápidamente con la luz ultravioleta: “La estabilidad en el medio ambiente es extremadamente baja”. Además, el grado de dilución en el agua es muy alto. Pero Alemania quita las ganas a los austriacos. En vista de las discusiones sobre la próxima temporada de vacaciones, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas (SPD), dice: “Una carrera europea por los primeros en permitir que los turistas vuelvan a conducir conduce a riesgos inaceptables. Maas cree que Europa necesita criterios comunes para volver a la libertad de viaje: “lo antes posible pero tan responsable como sea necesario”.

Esta coordinación y el ejemplo de Austria también serán importantes para España que recibe cada año 83 millones de turistas extranjeros y necesita urgentemente un plan para este verano. “Tenemos que trabajar ya en un plan y este significará que los aviones tendrán que dejar una distancia de seguridad entre los asientos, que habrá protocolos en los aeropuertos de hacer prueba a los pasajeros y también reglas claras para las playas”, dice el economista Aldo Olcese a DIRIGENTES. Él estima que a partir del 11 de mayo habrá una apertura asimétrica de la vida comercial y turística en España según al grado de infecciones: “Algunas islas, por ejemplo las Baleares, tienen muy pocos casos del Covid-19, y se podría empezar a promover por lo menos el turismo dentro de la isla y luego abrirse con mucho control hacía fuera.” La presión al sector es enorme: En las últimas semanas ha habido ya quejas de algunos propietarios alemanes de residencias en los Baleares que por el estado de alarma no han podido acceder a su propiedad. Con su gestión valiente Kurz es ahora quizás uno de los políticos más populares de Europa: Según una encuesta de Unique 55% de los austriacos entrevistados optarían por él de nuevo como canciller.