Los datos recopilados por Morningstar desvelan que marzo fue el mejor mes en términos de suscripciones para estos productos en más de cuatro años. En concreto, estos fondos de ‘bonos basura’ recibieron 10.700 millones de dólares en el periodo, gracias según los expertos al repunte en los precios del crudo.
La caída de las materias primas da el pasado año arrastró al mercado de high yield, permitiendo a los inversores este año ser selectivos en emisiones de empresas no relacionadas con el sector energético, con caídas de precios pero menos vulnerables a posibles defaults. En el mes de febrero, los inversores asignaron 3.700 millones de dólares a fondos high yield. Pero las entradas de marzo fueron las mayores mensuales en esta categoría desde los 11.100 millones de dólares que se registraron en octubre de 2011, según datos recopilados por Bloomberg.
De la cifra total, fueron los fondos de gestión activa los más beneficiados, al atraer 7.300 millones de dólares, frente a los 3.400 millones que captaron los fondos de gestión pasiva. El BlackRock High Yield Portfolio y el Pimco High Yield Fund, fueron los productos con mayores suscripciones netas. Ninguno de los dos cuenta con el sector de la ennergía entre sus seis principales posiciones por industria.
En los 12 meses anteriores a marzo, los inversores sacaron 10.600 millones de dólares de los fondos de high yield, incluyendo los 11.200 millones de reembolsos registrados en diciembre. Aquel mes, Third Avenue Management congeló las salidas de su Focused Credit Fund, provocando una ola de ventas en los bonos de alto rendimiento.
Pero cuidado. Los inversores no deben confiarse del cambio de tendencia y los expertos recuerdan que la subida del precio de barril de Brent desde mínimos de enero no significa que las empresas del sector estén fuera de peligro. De hecho, según datos de Fitch, los defaults de los bonos high yield en el mercado estadounidense alcanzaron los 14.000 millones de dólares en las dos primeras semanas de abril, el mayor volumen mensual en dos años. Y firmas como Peabody Energy o Energy XXI se han declarado en quiebra esta misma semana.
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