La teoría de inversión ‘Fed Model’, denominada así por Ed Yardeni en 1997, es un modelo de valoración basado en el principio de que los rendimientos bursátiles tienden a igualar a los de los bonos soberanos en el largo plazo. Así, sugiere que si los retornos en renta variable son más altos que en renta fija, los inversores deben mantener acciones, ya que resultan más baratas q la deuda, y viceversa.
Al analizar el comportamiento un portfolio basado en este modelo frente al índice de referencia durante el mismo periodo, estos expertos observan que el primero lo hacía un 15% peor que el segundo en tasa anualizada.
A pesar de que la idea era interesante, el ‘Model Fed’ no cumplía, ni superaba las expectativas de la firma, por lo que deciden establecer una estrategia basada en ésta, pero que no depende sólo de datos a futuro, ni históricos.
En concreto, decidieron emplear "la volatilidad (el CBOE Volatility Index o VIX) histórica de la renta variable, en lugar de las valoraciones relativas". Así, su estrategia "toma la media de la volatilidad y establece una banda superior e inferior que capture más del 80% de los data points. Cuando el VIX supera la primera al alza, la cartera compra bonos y los mantiene hasta que cruza la segunda por debajo, entonces veden deuda y compra acciones, y viceversa, para reducir el volumen de las operaciones".
Dicho modelo basado en la volatilidad, desde 1987, supera la cartera basada en el ‘Fed Model’ en un 16,5% anual y es un poco menos volátil, aumentando el ratio sharpe a 0,76 frente al 0,57.
"En términos de gestión de cartera", concluyen estos analistas, "el uso de la volatilidad mejora el equilibrio, ya que se reubica un activo por otro tras mantenerlo durante un periodo significativo de tiempo", además, se evita que las grandes desviaciones del VIX impacten negativamente en los retornos del porfolio; aumenta la protección contra el riesgo de desplomes en el mercado (con una pérdida máxima del 14,3% frente al 25,2% de la cartera basada en el modelo ‘puro’); y tarda menos tiempo en recuperar máximos anteriores (cerca de un año y medio frente dos/tres años).
"La Reserva Federal ha cometido un error en su política"
James Butterfill, jefe de análisis y estrategias de inversión en ETF Securities, cree que actualmente la "mayor incertidumbre es el riesgo de esperar demasiado tiempo para subir los tipos. Tal situación parece retroalimentarse, con los mercados preocupándose por las decisiones de la Fed y ésta inquietándose con la volatilidad del mercado, un problema fuera del ámbito de su mandato".
Destaca este experto que "las tendencias del PIB real indican que el ritmo de crecimiento económico de Estados Unidos es sólido. Este patrón de crecimiento garantiza una política monetaria más restrictiva. Sin una comprobación monetaria sobre las presiones inflacionarias, aunque sea gradual, las expectativas amenazan con convertirse volátiles, algo que sólo un aumento de tipos agresivo podría curar. Creemos que la orientación actual de la subida de tipos será insuficiente para controlar los precios y podría llevar a la Fed tener que realizar un ajuste más agresivo más adelante, lo que podría dar lugar a más consecuencias no deseadas".
En este contexto, cree que es probable que una recuperación económica global favorezca los precios de los metales preciosos (plata, platino, paladio), la Fed sigue ejerciendo una influencia favorable sobre el oro, mientras mejoran las perspectivas de los mercados emergentes.
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