El poco carismático y ágil Olaf Scholz parece un enano gris a lado del atlético y sonriente primer ministro español Pedro Sánchez. Los dos se han hecho grandes amigos en 2022 porque los socialdemócratas alemanes necesitan por primera vez abiertamente el apoyo español en Bruselas. Con un PIB per cápita de 43.290 euros ya no […]
InternacionalDirigentes Digital
| 29 dic 2022
El poco carismático y ágil Olaf Scholz parece un enano gris a lado del atlético y sonriente primer ministro español Pedro Sánchez. Los dos se han hecho grandes amigos en 2022 porque los socialdemócratas alemanes necesitan por primera vez abiertamente el apoyo español en Bruselas. Con un PIB per cápita de 43.290 euros ya no es el país más rico de la UE, pero todavía está entre los más ricos. Los españoles que ni llegan todavía de lejos a esta cifra necesitan el apoyo alemán para traer fondos e inversiones a España como la “Megafactory” de Volkswagen en Valencia. Sánchez necesita todavía crecimiento. Mientras, la economía alemana se puede consolidar. Así, mientras las previsiones para España para 2023 siguen siendo positivas a nivel económico, el Instituto Económico Alemán (IW) cree que la economía alemana entrará en recesión en 2023.
Su modelo industrial es el que más sufre con la situación geopolítica actual. Según los investigadores económicos del IW, el producto interior bruto (PIB) real caerá un 0,75 % el próximo año. Por el momento parece que la recesión prevista es suave y corta pero según muchos expertos, en un contexto de cambio de los poderes geoestratégicos con un mercado estadounidense más débil pero más proteccionista, la economía germánica tiene que redefinirse por completo.
De todos modos, el historiador económico germano-americano Adam Tooze cree que el enfoque económico actual de Alemania es absurdo. En una entrevista con Handelsblatt dice que “por supuesto que necesitamos soluciones de la industria para la transición energética, pero construir una imagen completa de la sociedad a partir de ellas es exagerado.” Según la asociación industrial de química en Alemania, VCI, las perspectivas para su sector han seguido empeorando en los últimos meses.
El presidente de la asociación, Markus Steilemann, ve la situación dramática: “Los altos precios de la energía, pero también los aumentos de precios de las materias primas y los productos preliminares están dificultando la vida de la base industrial de nuestro país". El gobierno tripartito ha empezado con las reformas de emergencia en el sector energético, retomando la producción de carbón y energía nuclear, además de la construcción de 4 terminales GNL.
Hasta ahora el modelo de negocio era producir barato en China y vender caro en Europa a un coste alto para el clima. Lo que se producía en Alemania también tenía una relación precio calidad muy buena gracias al gas ruso lo que ha permitido a empresas como Bayer, BASF, Henkel y Siemens ser líderes mundiales en sus sectores. Desde hace unos cinco años el país ya sentía que muchas cosas no funcionaban como antes y que la competencia de China era cada vez más evidente.
Así, el tema para muchos economistas alemanes no es tanto si hay recesión o no para Alemania en 2023, sino si la sociedad sabe enfrentarse a un cambio de modelo de crecimiento y reducir su bienestar. "Esta es la nueva realidad", dice la asesora económica del gobierno Monika Schnitzer: "Experimentaremos un nuevo régimen de precios de la energía y tendremos que lidiar con eso.” Por todo ello, 2023 será un año de iluminación para muchas empresas alemanas que vivían de su fama y buena reputación. Ahora todos tendrán que vivir con menos.