Durante una conferencia en el congreso anual del Banco Asiático de Desarrollo, el presidente del BCE ha asegurado que la segunda parte de la respuesta a elevar los tipos de retorno es clara: la continuación de las políticas expansivas hasta que el exceso de capacidad en la economía se haya reducido y la dinámica de la inflación sea consistente, de manera sostenible, con la estabilidad de precios", dijo Draghi en la conferencia. "Sencillamente hoy en día no hay una alternativa".
A su juicio, "la segunda parte de la respuesta a elevar los tipos de retorno es clara: la continuación de las políticas expansivas hasta que el exceso de capacidad en la economía se haya reducido y la dinámica de la inflación sea consistente, de manera sostenible, con la estabilidad de precios", explicó, asegurando que el único margen de maniobra está en el equilibrio de esas políticas monetarias y fiscales.
Durante la última reunión de abril del organismo, el presidente del BCE dejó claro que los tipos "se mantendrán en los niveles actuales o por debajo durante un largo periodo de tiempo" y "más allá del horizonte de duración del programa de compra de activos (QE)". Fue entonces cuando Draghi confirmó que comenzarán a adquirir deuda corporativa en junio, dejando claro que "nunca hemos debatido sobre el dinero helicoptero".
Muy criticados y fuente de incertidumbre para el sector financiero, Draghi volvía entonces a romper una lanza a favor de los tipos negativos, señalando que en 2015, el primer año completo bajo esta situación, no han afectado o no han causado márgenes de intereses negativos.
"La experiencia con los tipos negativos ha sido ampliamente positiva", ha declarado, reconociendo, no obstante, las "complejidades" que conllevan.
Sobre los bajos tipos en general ha explicado que "son un síntoma del bajo crecimiento e inflación, no consecuencia de la política monetaria (…) Si queremos tipos más altos hace falta una mejora en ambos y para ello son necesarias las medidas actuales".
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