El crecimiento este ejercicio será débil, quizá decepcionante, pero será. En torno al 2%-3% prevén los economistas. Y no, no creen los expertos que vaya a haber recesión, a pesar de la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE) y de sus inciertas consecuencias. Pues, tal y como apuntan desde JP Morgan Asset Management, "hay vida más allá del Brexit". Aunque eso sí, este ‘cisne negro’ ha disparado a valoraciones comprometidas a los refugios seguros (especialmente a la deuda soberana, pero también al oro o a determinadas divisas como el yen). Mientras, la alternativa, los activos más ‘peligrosos’, son vistos, como no podía ser de otra forma, con cierto recelo, pues no son pocas las dudas que nublan el horizonte.
Aunque los interrogantes que acosaban a los mercados a comienzos de año, como la desaceleración de China y el hundimiento de las materias primas, parecen al menos haberse calmado, la inestabilidad política ha escalado con fuerza a lo largo y ancho del planeta. Desde los conflictos en Oriente Medio, la crisis de los refugiados, pasando por el aumento del euroescepticismo, para finalizar en unas elecciones presidenciales en Estados Unidos, con el controvertido Donald Trump como candidato republicano. Al mismo tiempo, las alertas sobre la debilidad del yuan, el exceso de deuda del gigante asiático o la precaria situación del petróleo apenas parecen estar agazapadas, para saltar en cualquier momento.
Mientras tanto, los bancos centrales, garantes últimos de este mercado alcista en las Bolsas que se extiende ya más de siete años en Wall Street, siguen implementando estímulos, rebajando tipos a mínimos que muchos no esperaban ver en su vida, inyectando liquidez de forma masiva o simplemente ‘parados’ (como es el caso de la Fed). Aunque cada vez son más las voces que advierten de que se están quedando sin munición, lo cierto es que, más allá de estos recelos, su apoyo es vital para los activos de riesgo, pues mientras mantienen en calma la renta fija, empujan los flujos de dinero a Bolsas y crédito.
Buscar calidad y gangas y saltar a emergentes
‘Entre la espada y la pared’ podría decirse que se encuentran inversores y gestores. Sin embargo, siendo conscientes de los objetivos, tolerancia a las pérdidas y ampliando horizontes aún hay oportunidades. Christian Gattiker, estratega jefe y director de análisis de Julius Baer, considera que a la hora de lidiar con este complicado entorno se reducen a tres las recomendaciones básicas: "Mantener la calma, buscar la calidad y no perder de vista los valores de crecimiento. También gangas en activos que siempre se quisieron tener en cartera, pero estaban caros". Su otra gran convicción es que la "libra esterlina se devaluará con fuerza en los próximos meses". En renta variable, cree que "es hora de elevar el peso de los mercados emergentes atendiendo a sus fundamentales y a su relativo aislamiento de los problemas europeos. Nuestros estrategas de renta variable han identificado varias señales positivas en la Bolsa china". Y en el ámbito de la deuda, "tanto los bonos high yield denominados en dólares de los países desarrollados, como los de las regiones en desarrollo en moneda local se beneficiarán de entradas de capitales".
Coincide Saxo Bank al apuntar que en el universo de la renta fija "los mejores rendimientos se encuentran en los mercados emergentes. "Latinoamérica en su conjunto parece estar mucho mejor. Las divisas se han recuperado y estabilizado muchos riesgos políticos", destacan. Por otro lado, para esta firma, el S&P 500 y el índice suizo, "a pesar de sus múltiplos de valoración elevados, probablemente obtengan de nuevo mejores rendimientos debido a su estatus de refugio frente al resto de los mercados de renta variable desarrollados". Con todo, opinan que "el dólar parece ser el lugar más seguro en el tercer trimestre".
Wall Street vs. Europa
Por Wall Street también apuesta Marisa Cabrita, gestora de activos de Orey Financial: "La fortaleza mostrada por los datos económicos de Estados Unidos, unida a la expectativa de que la Fed se abstenga de subir los tipos debido a la incertidumbre del resultado la consulta británica, parecen ofrecer una alternativa de inversión para Europa, tanto en el mercado de acciones como de bonos".
También Philippe Uzan, director de inversiones en Edmond de Rothschild Asset Management (France), que pone como ejemplo el giro que se ha producido de un lado al otro del Atlántico: "Europa ha sido nuestro principal sesgo geográfico tanto para renta variable como para los bonos desde principios de 2016. En los últimos meses, hemos descontado el riesgo del Brexit al reducir nuestra sobreponderación a renta variable europea y deuda de países periféricos y aumentando la exposición de las carteras al dólar estadounidense".
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de septiembre.
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