La reforma de los fondos monetarios

Dólar cotización alcistaEvitar una nueva crisis como la vivida en septiembre de 2008 en el mercado de los fondos supuestamente más seguros. Es el objetivo de la nueva normativa que desde hoy rige el mercado de fondos monetarios en EEUU, que a partir de hoy pasarán de contar con un NAV estable de 1 dólar a un valor liquidativo variable. El de los monetarios en EEUU es un mercado que mueve 2,7 billones de dólares, por lo que las implicaciones serán muchas para los inversores. Se trata de fondos que invierten en deuda de muy corto plazo, con inversores que buscan en ellos guardar su efectivo y emisores que buscan obtener liquidez de corto plazo. El objetivo de la SEC (la CNMV estadounidense) es evitar que en momentos de estrés que pueden reducir los niveles de liquidez en el mercado de renta fija, el valor de las participaciones en estos fondos pueda variar más allá del dólar constante que regía hasta ahora. Un dólar cuyo límite rompió en septiembre de 2008 el Reserve Primary Fund, un fondo de inversión de 46.000 millones de euros, que, por sus inversiones en deuda de la recién quebrada Lehman Brothers, anunciaba para el asombro y pánico de sus inversores, que sólo pagaría 97 céntimos por cada dólar. Los reguladores quieren dejar claro a los inversores que los monetarios, por muy parecidos en cuanto a riesgo que sean con otros productos como los depósitos bancarios son, al fin y al cabo, ‘mutual funds’, por lo que las inversiones no están garantizadas. Según los expertos, el mayor impacto se verá en los llamados fondos prime institucionales, que se centran en la compra de deuda a corto plazo de bancos y corporaciones (papel comercial). Estos tendrán que permitir que el NAV fluctúe libremente para reflejar los cambios de los precios de los valores en los que invierten, algo que también ocurrirá en las estrategias centradas en deuda municipal. Por otro lado, los fondos que invierten en este tipo de deuda a corto plazo destinados a inversores minoristas, podrán mantener el valor de su parte de renta fija, pero también podrán imponer comisiones y limitar los reembolsos en momentos de estrés del mercado. Sin embargo, desde las gestoras auguran pocos cambios en la práctica. Especialmente porque algunas de ellas ya han realizado los cambios necesarios para adaptar su oferta al nuevo escenario. Por ejemplo, Fidelity Investments o T. Rowe Price han apostado por pasar sus fondos afectados por la norma por invertir en, por ejemplo bonos municipales, hacia productos que invierten más en deuda del Gobierno, que no estará afectada por la imposición del NAV variable. De hecho, según datos del Inverment Company Institute, en el último año han salido de estos fondos prime más de 420.000 millones de dólares. Y este flujo ha ido a parar precisamente a fondos del mercado monetario que invierten en deuda soberana, que serán los grandes beneficiados de la norma. En el otro lado de la balanza se sitúan las empresas, que han visto desaparecer préstamos por ese valor de 420.000 millones de dólares, lo que les ha obligado a buscar financiación a través de préstamos bancarios o emisiones de bonos a más largo plazo, una alternativa que sin duda puede resultar más costosa a las entidades.

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