Reorganizar carteras y recurrir a la gestión activa es la ‘receta’ de los institucionales para hacer frente a la mayor volatilidad que esperan para 2017. Estas son las principales conclusiones de la encuesta de Natixis Global Asset Management (AM) a responsables ejecutivos de 500 inversores de este tipo de todo el mundo. Y es que las turbulencias que se avecinan ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la implementación del Brexit o las elecciones en Francia o Alemania, encabezan la lista de preocupaciones de los institucionales. Así, el 65% de los dirigentes consultados apuntó a los acontecimientos geopolíticos, el 38% mencionó las elecciones estadounidenses y el 37% destacó los posibles cambios en las políticas de tipos de interés. En este contexto, el 73% afirma que el entorno de mercado actual probablemente sea favorable a la gestión activa; el 78% asegura estar dispuesto a pagar más comisiones por la posibilidad de conseguir rentabilidades superiores; y el 64% considera que la gestión activa ofrece mejores rentabilidades ajustadas al riesgo que la gestión pasiva. Al mismo tiempo, los institucionales expresan su preocupación por las distorsiones que provoca la inversión pasiva en los mercados, con un 49% señalando que ésta distorsiona las cotizaciones relativas y los perfiles de rentabilidad-riesgo. Así, a largo plazo, prevén recurrir menos a las inversiones pasivas de lo que pensaban antes. Esto inversores señalan que el 67% de sus activos se gestiona activamente y el 33% de ellos replica un índice, y esperan que el porcentaje de las inversiones pasivas aumente solo un punto porcentual, hasta el 34%, durante los próximos tres años. (43% anterior). La principal razón para emplear estrategias pasivas, según el 88% de los encuestados, es el deseo de controlar las comisiones, pero el 57% citó otra razón: la incidencia de los fondos índice encubiertos, es decir, las gestoras que cobran comisiones más altas por gestión activa en estrategias que replican en gran medida la composición de su índice de referencia. Tres cuartas partes (75%) de los institucionales señalan que los inversores particulares no son conscientes de los riesgos de las estrategias pasivas y tienen una falsa sensación de seguridad al utilizarlas. La entrada en inversiones alternativas encabeza las tendencias de asignación de activos La mitad (50%) de los ejecutivos encuestados dentro de los inversores institucionales de todo el mundo planea aumentar el uso de estrategias alternativas en 2017: dos tercios de ellos (67%) las usarán con fines de diversificación y el tercio restante (31%) para atenuar el riesgo. La renta variable emergente, la renta fija high yield y el sector financiero son otras de las grandes tendencias. Concretamente, de cara al próximo ejercicio, prevé volver más la vista hacia las inversiones alternativas, que pasarán del 18% al 22% de los activos. Estos inversores aumentarán ligeramente la exposición a renta variable, del 34% al 36%, y la reducirán en renta fija, del 35% al 32%. En cuanto a las Bolsas, el 39% pronostica que la renta variable emergente será la gran triunfadora el próximo año. Dentro de las inversiones alternativas, el 32% apunta al capital riesgo como la mejor. En renta fija, el 53% cree que los títulos high yield brillarán. Por otro lado, los inversores indican que las acciones estadounidenses (citadas por el 41% de los encuestados), la deuda pública a medio y largo plazo (67%) y, dentro de las inversiones alternativas, los inmuebles (29%) podrían situarse a la cola del mercado. Finalmente, las apuestas sectoriales de los institucionales apuntan a que el financiero sea el mejor en 2017, mientras que los servicios públicos podrían protagonizar la mayor decepción. En el capital riesgo, las mejores industrias serán medios de comunicación y telecomunicaciones, infraestructuras y atención sanitaria.
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