En una nota a clientes recogida por Bloomberg, los expertos de Barclays aseguran que el auge del populismo y las políticas comerciales proteccionistas tienen el potencial suficiente para causar un terremoto en la oferta y la demanda de algunas commodities. Los expertos de la firma Michael Cohen y Dane Davis lo tienen claro: “Los cisnes negros en las materias primas pueden venir de diversos frentes, y el mercado puede tardar años o un instante en ponerlos en precio”, apuntando a China, Rusia, Oriente Medio o Turquía como epicentros de los principales problemas en este segmento. El banco ha elaborado un listado de una docena de posibles cisnes negros, dividiéndolos en problemas en la oferta, como la caída de la producción en Venezuela anticipando (como uno de los cisnes negros) un posible default del país que impida a Petrobras contar con el apoyo necesario para continuar con su ritmo de producción. Por el lado de la demanda apuntan a un inesperado parón en la economía China. Y también a riesgos puramente comerciales, con el peligro de cortes en rutas vitales para algunas materias primas, como el mar del sur de China. Las difíciles relaciones entre EEUU e Irán encabezan la lista de Barclays, que prevé una escalada de la tensión entre ambos países a cuenta del deseo de Trump de anular el acuerdo nuclear cerrado en 2015 entre ambos y otros cinco países más, que trajo además el levantamiento de sanciones económicas. Aún así, los expertos indican en el informe que “en 2017, el principal riesgo de que aparezca un cisne negro en la demanda de materias primas es una inesperada recesión económica en cualquiera de las principales economías consumidoras, y todos los inversores mirarán a China”. Del mismo modo, los riesgos políticos se sitúan a la cabeza de sus preocupaciones, con unas elecciones generales en Chile que podrían desembocar, en el peor de los casos, “en disturbios y riesgo real de interrupción en la producción de cobre”, tal y como indican los expertos.
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