No es el primer año, quizá tampoco el último, que inician los mercados con la Bolsa europea como activo estrella. No son nuevos tampoco los ‘vientos a favor’ de los activos del Viejo Continente: un euro débil, un apoyo sin fisuras del Banco Central Europeo (BCE), demasiado pesimismo en torno a la situación política… Ni los ‘lastres’: avance del denominado ‘populismo’, elevado endeudamiento, la salud del sector financiero… Europa lleva tiempo intentando ganar a Wall Street, pero al final los contras se imponen a los pros y no lo logra. Y, este 2017, la renta variable neoyorquina cuenta además con el impulso adicional que se espera de las políticas inflacionistas y de crecimiento del nuevo presidente Donald Trump. Aunque los expertos reconozcan que no saben exactamente cuál será su impacto, ni si quiera qué va a hacer concretamente, lo cierto es que, por ahora, el ‘reflation trade’, ha llevado a este mercado a cotas nunca vistas. Así, mientras el riesgo de decepción, el vértigo, es alto en Wall Street, que, por otro lado, ha recorrido mucho más que Europa, a este lado del Atlántico muchos creen que el pesimismo es exagerado. Es más, en este sentido, las valoraciones apoyan a la renta variable del Viejo Continente, también la divisa y la política monetaria, aunque las ‘promesas’ fiscales ni se acerquen a las del republicano. Mientras, en Estados Unidos, ni la dólar, ni la Fed prometen tanto respaldo… Europa podría duplicar la rentabilidad de Estados Unidos Como muestra, un botón. El último ‘grande’ de la industria de inversión en sumarse a la apuesta por Europa ha sido Goldman Sachs y lo ha hecho con cifras. La firma cree que el Stoxx Europe 600 podría cosechar retornos del 8% (con dividendos) a finales de este año, gracias a la debilidad el euro, la mejora de la demanda y la recuperación del precio del petróleo. Al mismo tiempo, estima que el S&P 500 acumule ganancias del 4%, según se vaya difuminando el optimismo sobre la economía estadounidense. Recordemos que en un reciente informe de Capital Economics, sus expertos apuntaban al mismo porcentaje de subida para el Dax alemán, reduciendo el del selectivo norteamericano al 1%. “Es cierto que la Bolsa alemana no ha superado a Wall Street siempre que el euro se ha debilitado frente al dólar, pero es que esto se ha producido generalmente en tiempos de crisis de la Zona Euro”, explicaban. “Por el contrario, desde el verano pasado la caída de la moneda única sí ha respaldado a la renta variable germana, pues han mejorado las perspectivas de sus compañías exportadores y el valor de las ganancias de las filiales extranjeras de sus multinacionales”. Es más, añade, al estimar que el euro se cruce en los 0,95 dólares a finales de 2017, “pensamos que aún quedan días brillantes para el índice alemán, siempre y cuando un recrudecimiento de la crisis de la Zona Euro no amenace el futuro de la región”. Las piezas del puzzle: tipos, banca y beneficios Pero, ¿qué hace falta para que la Bolsa del Viejo Continente se imponga a Wall Street? ATL Capital Gestión Patrimonios lo tiene claro: “Si los bancos se comportan mejor que la tecnología, Europa lo hace mejor que Estados Unidos”. También tiende a superar a la Bolsa neoyorquina en ciclos alcistas de la Fed. Por otra parte, apuntan, hasta ahora, “las empresas europeas han ganado menos dinero que las americanas, porque no han expandido sus márgenes”. Y, añaden, si se producen cambios fiscales también a este lado del Atlántico, “el crecimiento se puede ver impulsado en un 2%-3%”. En este contexto, la firma cree que “Europa tiene mayor potencial, pero debe ser la banca la que lidere las subidas y la mejora de márgenes”, y esta “debería hacerlo bien en un entorno de mejora de la economía”.
hemeroteca