Es un hecho. Las entidades de gestión de activos vuelven a estar en el foco de los inversores tras años de fuertes ganancias y operaciones corporativas que agitan un sector también afectado por la regulación. Tras la victoria de Donald Trump, estos valores han recuperado buena parte de terreno en Bolsa. Y muchos expertos auguran un futuro fulgurante para el sector bajo la nueva Administración Trump. Sin embargo, hay quien se muestra algo más excéptico. Los expertos de Morningstar en EEUU han realizado un análisis sobre el sector, explicando que estas buenas perspectivas podrían verse enturbiadas ante persistentes riesgos a largo plazo que siguen muy presentes. Entre las tendencias que marcarán los próximos años en el sector, Greggory Warren, analista senior de renta variable en Morningstar, llama la atención sobre un entorno regulador más débil para las firmas de servicios financieros, el crecimiento de los productos de gestión pasiva, un mayor énfasis en el rendimiento de las inversiones de los fondos y las comisiones y “la inevitable consolidación de la industria”. En un reciente análisis, el experto espera que el entorno regulatorio se vuelva más favorable a los gestores de activos de la primera potencia mundial. “Sin embargo, es improbable que los cambios en ese frente alteren las tendencias a largo plazo que afectan a la industria”, explica, asegurando que las tendencias antes mencionadas llevarán a “un largo período de compresión de márgenes para la industria, ya que los gestores de activos se verán obligados a reducir los honorarios y gastar más en talento para mejorar el rendimiento de las inversiones y la distribución”. Según los cálculos de la firma, a cierre de junio de 2016, menos del 15% de los fondos activos de renta variable de gran capitalización, que representan el 75% de activos bajo gestión en estas estrategias activas en EEUU, lograron batir a su índice de referencia a cinco y 10 años. Ante este entorno, la consolidación de la industria parece inevitable. Por un lado, de manera interna, con las grandes gestoras consolidando productos para crear mayor escala. Y por otro, mediante la unión entre entidades, donde, según fuentes del sector, las grandes ganadoras serán las entidades especializadas, aunque sean de menor tamaño. Un movimiento que también se está viendo entre las grandes de todo el mundo, con las últimas operaciones protagonizadas por Aberdeen y Standard Life, cuya unión creará un gigante de 760.000 millones de euros bajo gestión, o la compra de Pioneer por parte de Amundi a finales del año pasado. Bajo este escenario, Greggory Warren considera que las compañías mejor posicionadas son BlackRock, “proveedor líder de fondos cotizados, que también cobra más del 80% de sus activos bajo gestión de clientes institucionales”, y T. Rowe Price, “que cuenta con el mejor y más consistente rendimiento de las inversiones”, recordando que ambas compañías cerraron 2016 con márgenes operativos del 41%, frente a una media del 28% del sector.
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