Según las conclusiones del Estudio Global de Inversión de inversores institucionales elaborado por Schroders, los europeos están considerablemente más avanzados que sus homólogos estadounidenses en la aplicación de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) en sus prácticas de inversión. Según el informe, el 58% de los fondos de pensiones en Europa ya considera estos criterios de inversión responsable como un factor importante, muy por delante del 21% en EEUU. Asimismo, sólo el 14% de los fondos de pensiones en Europa estima que dichos criterios no llegarán a ser nunca un factor determinante, si bien entre los inversores en EEUU la cifra aumenta hasta el 53%. «Esta disparidad se ve recalcada por la constatación de que el 40,3% de la cartera media de los fondos de pensiones europeos se asigna en función de principios ESG, más del doble que en EEUU», donde el porcentaje alcanza el 20,1% según datos de la firma. ¿Qué buscan los inversores? La encuesta evidencia además que a escala internacional, los inversores consideran el potencial de crecimiento a largo plazo y unas buenas rentabilidades ajustadas al riesgo como los dos factores más importantes a la hora de elegir un producto de inversión. Los factores menos importantes fueron la necesidad de obtener rentas o invertir en un sector o país con el que se esté familiarizado. Cabe destacar que la liquidez y una rentabilidad superior al índice de referencia correspondiente también se situaron entre los aspectos de menor importancia. También se nota que los inversores dejan atrás, aunque solo en cierta medida, el cortoplacismo que regía durante los años de la crisis en sus inversiones. En concreto, el horizonte medio de inversión de los institucionales es de 4,7 años, cerca del plazo generalmente recomendado de 5 años. Los fondos de pensiones en Norteamérica mostraron los horizontes de inversión más largos, mientras que los inversores en la región Asia-Pacífico registraron los más breves. «El auge del populismo en un momento de importante intervención por parte de los bancos centrales ha generado un entorno de inversión que exige una orientación clara. Los inversores de todo tipo se enfrentan a la presión de obtener rentabilidades en un panorama de bajo crecimiento y elevada incertidumbre», indica Gavin Ralston, Responsable de Instituciones Oficiales de Schroders, quien considera que este complejo telón de fondo debe animar a un interés cada vez mayores por las cuestiones ESG.
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