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“Hacer bien nuestro trabajo haciendo el bien para la sociedad”

¿Las empresas pueden ser socialmente responsables y económicamente rentables? A raíz de mi experiencia en Grupo SIFU y después de conocer casos de otras empresas que compartían con nosotros esta filosofía de “hacer bien nuestro trabajo haciendo el bien para la sociedad” pude constatar que no sólo es compatible, sino que el hecho de ser […]

Gestión y Liderazgo

Dirigentes Digital

13 jun 2018

¿Las empresas pueden ser socialmente responsables y económicamente rentables?

A raíz de mi experiencia en Grupo SIFU y después de conocer casos de otras empresas que compartían con nosotros esta filosofía de “hacer bien nuestro trabajo haciendo el bien para la sociedad” pude constatar que no sólo es compatible, sino que el hecho de ser socialmente responsable puede ser el factor diferencial de una compañía. Esto sitúa la Responsabilidad Social un paso más allá del concepto tradicional, ya que no se trata de poner en marcha una serie de acciones sociales con el dinero que has ganado, como si se tratara una acción más, sino que se convierte en parte de la esencia de la empresa, una esencia que debe ser rentable y que permitirá a la empresa diferenciarse de la competencia. Una nueva generación de empresas está situando el factor social como clave de su éxito y, por lo tanto, como generador de beneficio económico. Estas empresas socialmente competitivas son un activo fundamental para construir un modelo económico sostenible a la par que competitivo.

¿Cuáles son las claves para crear una empresa con responsabilidad social competitiva?

Resulta obvio que el mercado es cada vez más competitivo y que las empresas se parecen más las unas a las otras. Ante este panorama, las organizaciones buscan estrategias para distanciarse de la competencia. Una empresa que aplica la responsabilidad social competitiva precisamente lo que hace es integrar en su estrategia, en su ADN, un factor social o medioambiental que le permitirá no solo contribuir a crear un mundo mejor sino diferenciarse del resto de empresas, impulsando su competitividad.

Esta fórmula es aplicable a cualquier tamaño de empresa y a cualquier sector, tenemos infinidad de ejemplos: supermercados de alimentos de km 0, coches eléctricos, cosméticos ecológicos, turismo sostenible… cada vez más consumidores optan por productos y servicios competitivos en calidad y precio, pero también en valores afines a ellos. Dependiendo del modelo de empresa y de su origen, encontramos diferentes tipos de responsabilidad social competitiva: desde las compañías que son socialmente competitivas en su origen, las que lo son por transformación o las que lo son sin saberlo siquiera.

¿Qué no es la RSE?

Lamentablemente, muchas empresas se han acostumbrado a lavar su imagen y maquillar sus malas prácticas con acciones de RSE y, en la mayoría de los casos, estas supuestas buenas intenciones se quedan a meras campañas de marketing. Hacer grandes memorias de Responsabilidad Social y no cumplir con la ley de integración laboral de personas con discapacidad no es compatible. Tampoco es RSE pagar a los proveedores en plazos exageradamente largos, provocando en algunos casos el cierre de la empresa, o no tener una política salarial igualitaria entre hombres y mujeres, por poner algunos ejemplos.

Sin embargo, también cabe subrayar que cuando salen a la luz escándalos de empresas que no cumplen los que, se supone, eran sus propios valores, como hemos presenciado en los últimos años, desprestigian a todas las empresas que sí están aplicando la responsabilidad social.

¿Qué servicios brinda Grupo SIFU en la actualidad?

Grupo SIFU es un Centro Especial de Empleo centrado en ofrecer Facility Services. Nuestro elemento diferencial en relación al resto de empresas de servicios es que nosotros los hacemos integrando a personas con discapacidad. En estos 25 años de trayectoria, el grupo ha ido diversificando los servicios que brinda. Actualmente, las principales líneas de negocio son los servicios de limpieza, medioambientales y auxiliares, la división de suministros y la de servicios integrales de cardioprotección, la línea de formación y la consultoría para todo tipo de procesos jurídicos, de relocation, relacionados con la Ley General de Discapacidad, etc.

Solo un 20% de las empresas con obligación de contratar a personal discapacitado lo hacen. ¿Se puede romper con esta tendencia?

Nosotros creemos que sí, que la tendencia será que cada vez más empresas cumplan con la cuota de reserva para personas con discapacidad que dicta la Ley General de Discapacidad (LGD). En primer lugar porque, según las estadísticas, un 85% de las compañías que integran a personas con discapacidad se consideran satisfechas o muy satisfechas con esa opción. Por otra parte, la Responsabilidad Social Empresarial llegó a nuestro panorama empresarial hace años para quedarse y, con ello, estamos ante una nueva generación de empresas y directivos cada vez más concienciados sobre la importancia de su papel para hacer avanzar a la sociedad. Finalmente, a diferencia de lo que ocurría hace años, a día de hoy las personas con discapacidad tienen mayor acceso a una educación completamente normalizada con lo que, como colectivo, está más capacitado que nunca. Todo ello (empresas concienciadas, personas con discapacidad más preparadas y empresarios satisfechos) forma un cóctel en el que las organizaciones apostarán más por la inclusión laboral de personas con diversidad funcional.

¿Cómo ha cambiado la situación de los trabajadores con discapacidad en los últimos años?

Con la crisis económica de 2008, la tasa de paro de las personas con discapacidad fue creciendo año tras año hasta alcanzar en 2013 su valor máximo, un 35%. Actualmente, la situación ha mejorado, aunque con una tasa de desempleo del 28%, casi 10 puntos por encima de la media nacional, está claro que aún queda mucho trabajo por hacer. En la misma línea, la tasa de empleo de las personas con discapacidad es solo del 25%, mientras solo trabajen 1 de cada 4 personas con diversidad funcional y su salario bruto anual sea un 16% inferior al del resto de la población, no cabe duda que aún estamos lejos de lograr la plena integración social y laboral de colectivo.

¿Qué perspectivas de futuro tiene Grupo SIFU?

Este año Grupo SIFU celebra su 25 aniversario. A lo largo de estos años, la compañía ha crecido hasta alcanzar más de 4.500 trabajadores y más de 1.600 clientes, y lo ha hecho apostando por las personas con diferentes capacidades y apoyándose en la creación de nuevos servicios y líneas de negocio en función de las necesidades que hemos ido detectando en el mercado. En un mundo tan cambiante como el actual, no sabemos qué servicios prestaremos dentro de otros 25 años, pero lo que sí sabemos es que seguiremos apostando por la discapacidad, aunque estoy convencido de que será en un entorno más normalizado e inclusivo. Nuestro objetivo es seguir creciendo, en España y en otros países, creando puestos de trabajo para personas con diversidad funcional y demostrando a nuestros clientes y a la sociedad en general que discapacidad y profesionalidad no están reñidos.

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