“Los líderes pueden diferenciarse entre aquellos cuyos objetivo es no perder y los que siempre buscan ganar, entre los continuistas y los innovadores, los que se mueven por el miedo al fracaso y los que lo hacen para lograr objetivos” afirma el director de commSense, Carlos Duarte. De acuerdo con la compañía dedicada a programas […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 26 jun 2018
“Los líderes pueden diferenciarse entre aquellos cuyos objetivo es no perder y los que siempre buscan ganar, entre los continuistas y los innovadores, los que se mueven por el miedo al fracaso y los que lo hacen para lograr objetivos” afirma el director de commSense, Carlos Duarte.
De acuerdo con la compañía dedicada a programas formativos, aquellos estudios basados en la metodología ‘The Leadership Circle’, mientras que en el segundo caso estas figuras son más eficades y resultan rentables para sus empresas, ya que generan dos euros por cada uno que las empresas ponen en sus manos, los líderes de estilo reactivo “representan un lastre” para la corporación en la que trabajan con una efectividad del 0,7, lo que supone “que las compañías ni siquiera recuperan lo que invierten en ellos”.
La consultora estima que de los más de 200.000 directivos que existen en España, un elevado porcentaje se rige por el segundo modelo de conducta profesional. “Son mayoría los trabajadores en puestos de responsabilidad que actúan creyendo que les falta poder para hacer cambios, y que no se sienten comprometidos ante lo que ocurre en sus organizaciones”, señala Duarte, quién añade que el objetivo principal de este tipo de personas pasa por mantener la normalidad y reaccionar para resolver los problemas y conflictos.
En su opinión, se trata de una tendencia que proviene de la capacitación que reciben los directivos, centrada en las competencias técnicas y operativas, denominadas “competencias hard”, sin tener en cuenta otros aspectos como el desarrollo personal y profesional como líder creativo y vinculante.
“La premisa de este liderazgo no está en dejar claro quién lo ostenta, sino en saber qué necesita la organización en cada momento y aplicarlo de la manera más eficaz”, sostiene Duarte.