La experiencia de más de 20 años trabajando en medios llevó a Carlos Manuel Sánchez y a Nacho Silván a decidirse por el sector de la comunicación y marca personal. Hace diez años fundaron Imago Sport, una empresa que asesora a deportistas de primer nivel como David De Gea, Juan Mata o Julen Lopetegui sobre […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 23 ago 2018
La experiencia de más de 20 años trabajando en medios llevó a Carlos Manuel Sánchez y a Nacho Silván a decidirse por el sector de la comunicación y marca personal. Hace diez años fundaron Imago Sport, una empresa que asesora a deportistas de primer nivel como David De Gea, Juan Mata o Julen Lopetegui sobre cómo gestionar su comunicación.
¿Cómo surge la idea de emprender Imago Sport?
Tiene que ver con nuestra experiencia y conocimiento del mundo del deporte del lado de los medios y nuestra relación con los deportistas. Identificamos ciertas necesidades y veíamos cómo trabajaban en el mundo anglosajón la marca personal de los deportistas. La mayoría de las veces, el futbolista estaba dejado de la mano de Dios porque quien aconsejaba a la hora de comunicar era su representante y al final acababa recurriendo a nosotros para saber cómo comunicar las distintas cosas que querían. No tenían claro qué querían decir y cómo tenían que decirlo. Además nos gustaba la idea de marcar el camino de este negocio. De hecho cuando nosotros empezamos con Diego Forlán, que tuvo la primera fanpage en España, era algo que no existía.
¿Cómo cambia la forma de comunicar en un periódico hacia lo que hacen ahora?
Es un cambio completo de concepto. Es dejar de transmitir una información veraz y contrastada para ponerte al servicio de una estrategia con un cliente. Tienes que transmitir valores de esa persona y pensar muy bien los mensajes para que lleguen a la gente a la que te diriges. Cuando trabajas con un deportista te diriges a la sociedad como en un medio pero en particular buscas a los seguidores de un club o a la entidad que representa. Exige cambiar el discurso como periodista. No lo llamaría comunicación corporativa porque aquí prima mucho el factor humano de cada uno.
¿Veis crecimiento en este sector de comunicación para deportistas?
Totalmente, vemos continuamente cómo hay nuevas empresas que siguen nuestros pasos. Pero la cuestión tiene que ver con una línea que aún no ha acabado y nosotros en particular estamos siempre debatiendo cuáles son las posibilidades que se abren en el futuro próximo. Es un campo que se está redefiniendo continuamente. En 2009-2010, cuando empezamos, marcamos un camino que no había explorado nadie. Vimos lo que se hacía fuera y quisimos adaptarlo y darle nuestro toque personal. A partir de ahí empezamos a ver que había otra gente que replicaba lo que hacíamos, como nosotros hicimos con lo que vimos del mundo anglosajón. Empezaban a replicar el modelo nuestro y sucedió una transformación de agencias de marketing hacia el modelo de la comunicación. A día de hoy es natural que existan agencias de comunicación o consultores como los que existen, sobre todo cuando la inversión publicitaria ha crecido tanto en el mundo digital y los futbolistas se han convertido en una especie de influencers.
¿Cómo se convence a un futbolista, una persona con todo a su alcance, de que una forma de comunicar es más aconsejable que otra?
A veces es complejo porque el deporte son sentimientos y emociones. En ocasiones tenemos discusiones con las marcas sobre cosas que no se pueden hacer porque el deporte es emoción, victorias, derrotas y hay que palpar continuamente el estado de ánimo de los aficionados y porque al final son personas. No es igual que otro tipo de influencers o actores que pueden tener programado todo. Aunque los jugadores tienen un calendario programado, nunca saben cómo va a salir el partido. En referencia a la pregunta, es súper difícil porque la comunicación es un intangible. No hay una regla de tres mágica que te indique que hay unas determinadas acciones revierten en unas consecuencias determinadas. Depende de factores muy diversos y no es matemático. Cuando el jugador comprende la necesidad de incorporar una asesoría de comunicación e imagen es mucho más fácil. No todos lo entienden pero el que lo entiende acaba haciéndolo mejor. Es más fácil cuando entienden que es útil en su carrera y forma parte de su entorno laboral.