La irrupción de las nuevas tecnologías ha abierto una enorme brecha entre las diferentes personas que conviven en el entorno laboral fruto de una proceso educativo acorde con el tiempo que les tocó. Una situación que requiere una adecuada gestión, así como un líder que sea capaz de fomentar el trabajo en equipo teniendo en […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 06 sep 2018
La irrupción de las nuevas tecnologías ha abierto una enorme brecha entre las diferentes personas que conviven en el entorno laboral fruto de una proceso educativo acorde con el tiempo que les tocó. Una situación que requiere una adecuada gestión, así como un líder que sea capaz de fomentar el trabajo en equipo teniendo en cuenta las diferentes capacidades que éstos han adquirido antes de salir al mercado laboral.
Por este motivo, el Observatorio Generación y Talento ha elaborado -en colaboración con la Universidad Europea de Madrid- el estudio ‘Liderazgo Intergeneracional’. Se trata del primer análisis de estas características donde se pone de manifiesto los atributos que debe contemplar el liderazgo intergeneracional y poder ayudar así fomentar su desarrollo dentro de las empresas.
“Lo que debe marcar la diferencia entre un jefe y otro hoy en día es cómo valorar sus equipos y cómo esto se traduce en un mayor compromiso” sostiene la socia directora del citado Observatorio, Elena Cascante.
En la investigación se pidió a los participantes de los grupos de discusión que escribieran en un cuestionario valorativo las tres características que debería tener el manager ideal. De las 127 cualidades que se recogieron por repetición el informe cita al líder ideal como una persona comunicativa, cercana, colaborativa, responsable, flexible e integradora. “Se trata de un liderazgo que apoye a los equipos a enfrentarse a las grandes transformaciones y constantes cambios que están experimentando las empresas para potenciar su competitividad y sostenibilidad” remarca la socia directora del Observatorio GT, Ángeles Alcázar.
Respecto a las competencias específicas, se analizaron los diez comportamientos directivos como impulsores o frenos en el nivel de compromiso que tienen los empleados. La conclusión es que su nivel de desarrollo ha sido diferente según la generación de los managers.
A raíz de ello, los investigadores consideraron relevante transformar estos comportamientos en diez competencias específicas con el objetivo de crear herramientas de medición en los procesos de evaluación y poder así ponderar el nivel de desarrollo del liderazgo intergeneracional.
VIVEN LOS VALORES
Todo líder debe vivir los valores de la organización y trasladarlos al equipo, de manera que sus colaboradores los comprendan y lideren con su ejemplo. Por ello han de ser coherentes y servir como un referente para el resto.
POSEEN UN ROL DE EQUIPO
Hacen entender a su equipo su papel en su área y el porqué de las cosas en la organización. Además, delimitan claramente las funciones y responsabilidades de sus trabajadores. También distribuyen adecuadamente el trabajo personal y el colaborativo.
SON BUENOS COMUNICADORES
Todo líder potencia la escucha activa, solicitan y tienen en cuenta la opinión de su equipo, además de ofrecer un feedback de calidad a sus trabajadores.
COMPARTEN LOS OBJETIVOS
Deben comunicar y fijar de manera eficaz los objetivos para que el equipo los tome como suyos, para luego desagregarlos de manera individual. Es aconsejable que, a su vez, establezcan objetivos de manera clara y contribuir a hacer un seguimiento periódico para la consecución tanto de los objetivos individuales como globales.
CONTRIBUYEN A QUE EL EQUIPO DISFRUTE
Esto significa que se relacionan con el equipo contribuyendo a su disfrute, generan un entorno de trabajo adecuado y potencian un entorno agradable.
POSEEN ESTRATEGIA DE TRABAJO EN EQUIPO
Un buen dirigente sabe establecer de manera adecuada la estructura del equipo, tanto a nivel jerárquico como funcional, así como definir el rol que ocupa cada persona. También saben gestionar los conflictos al interior de los grupos de trabajo.
EMPODERAN A LOS TRABAJADORES
Dan poder a su equipo para que sepa identificar sus propias necesidades formativas y trace junto a ellos sus planes de formación, siendo el apoyo y facilitador de cada uno de ellos. También hacen un seguimiento de la formación que reciben sus colaboradores.
BRINDAN OPORTUNIDADES DE DESARROLLO
Promueven la posibilidad de asumir responsabilidades que permitan el desarrollo horizontal y/o vertical, dando oportunidades de crecimiento y otorgan un plan de carrera a cada miembro del equipo. Los investigadores también enfatizan en que poseen la habilidad para realizar una buena evaluación del desempeño, comunicándolo adecuadamente.
RECONOCEN EL TRABAJO BIEN HECHO
Saber reconocer el trabajo bien hecho de cualquier persona del equipo, dando valor al trabajo que realizan, con independencia de su complejidad para que así todos se sientan valiosos.
SON CONCILIADORES Y BRINDAN IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Facilitan el equilibrio entre la vida personal y laboral de las personas de su equipo, promueven con corresponsabilidad la conciliación entre sus colaboradores y generan una cultura de igualdad de oportunidades profesionales, entre otros aspectos.