La metodología agile simplifica el trabajo y mejora la gestión de los proyectos de las grandes empresas. Implementar este nuevo modelo es un proceso complejo que requiere del apoyo de los dirigentes de las compañías para impulsar la transformación por la senda del éxito. The Boston Consulting Group ha establecido cinco puntos de actuación que […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 28 nov 2018
La metodología agile simplifica el trabajo y mejora la gestión de los proyectos de las grandes empresas. Implementar este nuevo modelo es un proceso complejo que requiere del apoyo de los dirigentes de las compañías para impulsar la transformación por la senda del éxito. The Boston Consulting Group ha establecido cinco puntos de actuación que los CEOs siguen para triunfar en el proceso de implementación de la metodología agile.
El primero de estos aspectos pasa por saber por qué se quiere realizar este cambio. Se emplean nuevas formas de trabajar porque se persigue un objetivo y unos resultados concretos. Una meta que todo el equipo debe conocer y remar en la misma dirección para afrontar los tiempos difíciles. Se debe compartir la convicción de que tal y como se han hecho las cosas no es suficiente para buscar nuevos estándares tanto en el servicio al cliente, en el lanzamiento de nuevos productos antes que la competencia o mejorar la productividad, entre otras máximas.
En base a lo que indica la multinacional de consultoría de gestión, el término agile es “un conjunto de valores culturales, principios y comportamientos, en lugar de un conjunto de prácticas específicas”. Por ello, hay que adoptar estos principios configurando antes el contexto en el que trabajan las personas. Un nivel de cambio que debe ser impulsado por el CEO, puesto que se perfilarán medidas en áreas como los modelos de financiación, estructuras organizativas, ubicación, incentivos…
El liderazgo es el tercero de los puntos definidos. Los dirigentes deben adoptar procesos agile y modificar sus propios comportamientos. Para demostrar esta transformación, directivos de determinadas empresas se comprometieron a que sus reuniones tuviesen lugar en la cafetería de la empresa. Es decir, los líderes de los proyectos deben desarrollar su labor en el mismo emplazamiento donde se realizan todas las tareas y no desde sus propios despachos.
En cuarto lugar, es imprescindible que los dirigentes alineen el poder. Un aspecto clave es que los líderes agile comuniquen su intención sobre el proyecto y una vez monitorizados los equipos de trabajo, éstos deben tener la capacidad de organizarse de forma autónoma. Es por ello que si hay un exceso de jerarquías se creará mayor dependencia entre los colaboradores.
Bien es cierto que una transformación debe estar bien pensada pero los CEOs tienen que estar abiertos a cambios por los contratiempos que surjan en el camino. Por tanto, se vuelve imprescindible mostrar una gran capacidad de aprendizaje y adaptación ante los inconvenientes con la mayor rapidez posible.