A pesar de que en España la tasa de desempleo superó el 14% al cierre del año pasado, las empresas siguen encontrando dificultades a la hora de encontrar talento. Pero, ¿es éste un problema de nivel formativo o de unos procesos de selección ineficientes? Los reclutadores están constantemente buscando la fórmula para encontrar el perfil perfecto y una de las que cada vez está más extendida es el gaming (gamificación).

Esta estrategia se basa en el empleo de dinámicas de juego en actividades para conocer mejor al candidato. Así, el aspirante muestra sus aptitudes y personalidad de una forma más relajada e inconsciente. La multinacional Deloitte es una de las muchas empresas de nuestro tejido empresarial que hoy día recurren a ello. Una candidata a uno de sus procesos de selección cuenta a DIRIGENTES que “el entrevistador estaba como un mero espectador, aunque al final sí hizo algunos apuntes para hacerles dudar. Durante el proceso, al principio estaban más bien cortados, pero terminó siendo un ambiente bastante distendido en el que todos participaron”.

Y este feedback también lo reciben desde el otro lado de la mesa. “Yo, sinceramente, al principio no creía en esto”, cuenta el responsable de selección de Makro, Miguel Contreras, durante la celebración del RecruitTalent 2019, organizado por IKN. “¿Cómo el juego va a hacer una criba curricular y va a establecer las competencias de ese candidato?”. Pues bien, tras la experiencia obtenida al aplicar esta herramienta, Contreras ha cambiado totalmente su visión: “Aporta al candidato el enfrentarse al entorno laboral en el que va a estar el día de mañana. Además, así conoce mejor la empresa”.

No obstante, esta estrategia también se puede aplicar a la formación de empleados. Correos impulsó, en 2017, la estrategia Transformando con innovación, un curso pionero en el que los empleados dispusieron de CorreosPLAY, una app que permitió realizar la formación desde dispositivos móviles bajo técnicas de gamificación.

Dicen que se conoce a una persona más en una hora de juego que todo un año conversando con ella. Nos olvidamos del incómodo escenario de un proceso de selección y nos sumergimos en el objetivo de mostrar no sólo lo que sabemos, sino también nuestra forma de actuar.