Diseñar su vivienda en el ordenador y enviar directamente la información a la fábrica para que la construyan. Aunque pueda parecer algo futurista, lo cierto es que esta dinámica ya se encuentra en funcionamiento y todo parece indicar que se impondrá al modelo tradicional. Desde Atlántida Homes, su director general, Fernando Agudo, explica a DIRIGENTES […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 16 abr 2019
Diseñar su vivienda en el ordenador y enviar directamente la información a la fábrica para que la construyan. Aunque pueda parecer algo futurista, lo cierto es que esta dinámica ya se encuentra en funcionamiento y todo parece indicar que se impondrá al modelo tradicional. Desde Atlántida Homes, su director general, Fernando Agudo, explica a DIRIGENTES esta tendencia que, en un breve período de tiempo, ha revolucionado el sector.
Uno de los perfiles más habituales que reclaman este tipo de viviendas son personas de entre 35-55 años con hijos, tanto para primera como segunda residencia. ¿Qué buscan en el segundo caso?
Una de las virtudes de este producto es el tiempo y el precio cerrado, donde el cliente lo que busca es que no haya sorpresas. En la construcción tradicional estamos acostumbrados a que no se cumplan los plazos ni los presupuestos. En nuestro caso, el cliente puede comprobar desde el minuto cero cómo queda su casa y el precio final.
¿Podrían convertirse este tipo de inmuebles en casas rurales que fueran un reclamo turístico?
Por ahora no se ha dado el caso, pero sí que nos reclaman proyectos de residencias de mayores o universitarias, así como segundas residencias para extranjeros. Ingleses, alemanes, suizos, belgas o franceses son los más habituales que demandan este tipo viviendas por uso vacacional. Si lo encargan con tiempo, en ese mismo verano lo están disfrutando. Además, se ahorran el trato con proveedores y gestiones locales. Con nosotros contratan a un único proveedor y se le entregará la casa llave en mano como si fuera un coche.
¿Existe alguna barrera psicológica en España para que este tipo de producto se perciba como una alternativa sólida a la vivienda tradicional?
Hasta hace unos años los prefabricados que existían en España eran de baja calidad. Pero eso ha cambiado. En el momento actual, se fabrica con materiales más avanzados tecnológicamente y con estructuras a base de forjados de hormigón y pilares de acero como los que se utilizan para construir rascacielos.
El hecho de que se utilicen en países europeos es porque no tienen ese apego tan arraigado al ladrillo como se tiene en España. Es importante señalar como esa demanda se produce para climas muy fríos y no supone un problema, sino todo lo contrario, son más eficientes.
¿Qué materiales de nueva generación incorporan este tipo de viviendas tanto en la misma línea de lograr un diseño concreto como en cuanto a su funcionalidad?
De cara al diseño no tenemos ninguna limitación por usar uno u otro. En cuanto a su construcción, usamos materiales más avanzados tecnológicamente. Desde paneles armados con fibras naturales, cerámicos de espesores mínimos o de grandes formatos, o pinturas antialergénicas, entre otros.
Eficiencia energética, menor emisión de CO2 y mayor rapidez en su construcción. Pero, ¿realmente son seguras en caso de que tengan lugar condiciones meteorológicas adversas?
Nosotros tenemos que cumplir exactamente la misma normativa y regulación sectorial. Hacemos un estudio geotécnico que nos indica la cota del firme y la cimentación es la misma que usaríamos en construcción tradicional. Sin embargo, la estructura de nuestras casas es más resistente que la tradicional, porque aparte de estar dimensionada para las solicitaciones que propiamente tendría la casa en su ubicación definitiva, se calcula la estructura adicionalmente para un izado y un transporte. Con lo cual son mucho más seguras y responden mucho mejor a posibles seísmos.
El precio mínimo se encuentra en los 126.000 euros. ¿Cuál es el tope máximo que os han encargado?
No sabemos exactamente cuál es el límite máximo porque sería como darte precio de un coche con todo el equipamiento posible. Puedes elegir en fachada piedra y madera natural, y otros revestimientos continuos o cerámicos, e incluso dotar la vivienda de domótica. En el interior, sistema de aspiración centralizada, regulación en la iluminación, audio profesional integrado, son algunos de los opcionales. Puedes poner el nivel de acabados que quieras, por lo que no existe un límite máximo. El precio mínimo parte de los 1.200 euros por metro cuadrado. En ese precio va incluido todo: levantamiento topográfico, estudio geotécnico, honorarios de proyecto y de ejecución, climatización por aerotermia con suelo radiante y refrescante, cocina amueblada y con electrodomésticos, iluminación de led empotrada, etc. Lo único que no incluye es la licencia urbanística que la debe solicitar el cliente.
¿Qué ventajas aportan este tipo de viviendas frente a las tradicionales?
La primera de ellas es el tiempo. Una casa de hasta 200 metros cuadrados se entrega en cuatro meses. Por otro lado, el precio desde que se firma el contrato es cerrado. El cliente puede ver el diseño desde el primer minuto y, además, lo puede personalizar, con lo cual sabe lo que va a costarle desde el principio. A nivel energético es mucho más eficiente que una casa de construcción tradicional.
La casa sale terminada de fábrica. Posteriormente se transporta en camión en varios módulos, ensamblándolos de nuevo en la ubicación definitiva en un solo día.
¿Este tipo de viviendas podrán llegar a asentarse en un corto medio plazo o todavía le falta?
Sin duda ya están asentadas. Las grandes promotoras y muchas otras ya están apostando por ello y las están comercializando con éxito. Mucha gente habla de construcción del futuro, pero es el presente.