Prevenir con la mayor precisión posible. Este es uno de los retos que tiene por delante la medicina y que podrá conseguir gracias a los avances experimentados en materia de Big Data. En concreto, con el desarrollo de las bases de datos que integra datos ómicos – aquellos referidos a ciencias como la Genómica, Metagenómica […]
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| 17 abr 2019
Prevenir con la mayor precisión posible. Este es uno de los retos que tiene por delante la medicina y que podrá conseguir gracias a los avances experimentados en materia de Big Data. En concreto, con el desarrollo de las bases de datos que integra datos ómicos – aquellos referidos a ciencias como la Genómica, Metagenómica o la Proteómica-, así como aquellos procedentes de las imágenes y del estilo de vida, se abre un nuevo horizonte en el ámbito de la asistencia sanitaria.
Todo ello gracias al desarrollo de la Biología Molecular que ha permitido dar un paso más allá en la aplicación de la Medicina Personalizada de Precisión (MPP) y con el que se podrán mejorar los resultados en salud en un futuro no tan lejano.
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la 14º Reunión Internacional sobre Investigación Traslacional y Medicina de Precisión, en la que un panel de expertos abordó la situación de la materia.
“Contar con gran cantidad de información agrupada, imágenes, historia clínica y datos genómicos, va a permitir disponer de herramientas de inteligencia artificial para afrontar problemas de salud relevantes, mejorando la asistencia y el diagnóstico de los pacientes”, resalta el jefe de Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Federico Rojo.
Mejorar la atención de los pacientes, prevenir y diagnosticar enfermedades son algunas de las ventajas que aporta la utilización del big data, además de desarrollar estudios de salud, identificar nuevas diana terapéuticas y profundizar en la implantación de la citada Medicina Personalizada de Precisión.
En este sentido, destaca la ampliación del programa ‘Prevecolon’ por parte del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Se trata de una iniciativa de prevención del cáncer de colon diseñada tanto para hombres como mujeres de entre 50 y 69 años que se aplica en la Comunidad de Madrid y que consiste en la realización de una prueba para detectar pequeñas cantidades de sangre en heces. Cuando el resultado es positivo, se realiza al individuo una colonoscopia con el objetivo de localizar lesiones premalignas y malignas en el colóndurante las fases iniciales y reducir, de esta forma, la probabilidad de evolucionar en malignidad.
Por su parte, desde el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz han decidido ampliar la realización de dicho test a todos los pacientes de ese rango de edad que acuden a las consultas del Servicio Digestivo, independientemente del motivo dela visita, y que están, por tanto, registrados en el sistema. Con ello, se consigue aumentar tanto el número de pacientes diagnosticados precozmente de este tipo de neoplasia como el grado de participación de población susceptible de padecerla.
Sin embargo, a nivel nacional aún queda mucho por hacer. De hecho, en el momento actual, aún existen hospitales que no cuentan con un sistema de información ómica. Una vez dado ese paso, la idea pasaría por impulsar una organización que permita compartirla para lograr que sean trasladados a la práctica clínica real bajo los denominados principios FAIR, por sus siglas en inglés. Esto es: fácil, accesible, interoperable y reutilizable.
A nivel europeo, ya existen iniciativas similares como guías, programas de control de calidad y procedimientos estandarizados que persiguen lograr esta integración. La denominada EATRIS (European Advanced Translational Research Infrastructure in Medicine) o la European Open Science Cloud (EOSC), que pretende asegurar un sistema que garantice la interoperabilidad y accesibilidad de los datos a nivel de investigación son algunas de ellas.