Países como Suecia apuestan por una sociedad sin dinero en efectivo. Pero no solo las ciudades nórdicas siguen esta tendencia, sino que, en general, se van introduciendo medidas para dar el salto del metálico al pago digital. Pero, ¿se conocen los riesgos que puede suponer para una sociedad la desaparición del dinero en efectivo? El […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 16 sep 2019
Países como Suecia apuestan por una sociedad sin dinero en efectivo. Pero no solo las ciudades nórdicas siguen esta tendencia, sino que, en general, se van introduciendo medidas para dar el salto del metálico al pago digital. Pero, ¿se conocen los riesgos que puede suponer para una sociedad la desaparición del dinero en efectivo? El activista y antiguo bróker de Bolsa, Brett Scott, nos acerca a través de su libro Hackeando el futuro del dinero cuestiones como esta y conocer sus implicaciones, así como la viabilidad de una sociedad en la que reinen los pagos digitales.
¿Cuáles son los principales defectos del sistema financiero actual?
Hay varias categorías de defectos del sistema. La principal es que es cómplice de la creación de la desigualdad social. Las instituciones financieras a menudo dirigen el dinero a gente que ya tiene dinero, enriqueciendo a los más ricos, en lugar de ayudar a aquellos que menos tienen.
La segunda gran categoría sería la insostenibilidad medioambiental. El sector frecuentemente invierte y presta dinero de maneras que minan los sistemas ecológicos y medioambientales.
Y una tercera categoría, también general, sería la complejidad, la opacidad y el riesgo que genera el propio sistema. En ese sentido, a menudo desestabiliza las economías cuando, por ejemplo, ocurren crisis financieras. Podríamos decir también que existe en torno al sistema financiero una cultura tóxica que promueve valores perjudiciales en la sociedad, como asumir riesgos exagerados o buscar siempre el beneficio.
¿Por qué está dejándose atrás el dinero en efectivo? ¿Cuáles son los factores que han propiciado su desaparición?
La historia tradicional que se ha ido perpetuando en el sector financiero es que el dinero en efectivo va a la baja porque la gente de a pie no lo quiere o porque prefiere el sistema de pago digital.
Pero si revisamos la historia, lo que veremos es que las instituciones financieras han dedicado muchos recursos y esfuerzos para ir minando poco a poco el sistema de efectivo. Básicamente han hecho una guerra en contra de él. Por ejemplo, han empezado a cerrar cajeros o empresas como Visa lanzan campañas de propaganda en contra del cash. La trayectoria general ha sido la de dificultar el acceso al efectivo, de tal modo que aunque quieras utilizarlo, te parezca incómodo porque han desmantelado la infraestructura.
La gente desconoce las partes negativas de los pagos digitales, relacionadas con la seguridad, vigilancia, exclusión, ciberataques, etc., y nadie está haciendo nada para fomentar el conocimiento al respecto.
Se habla mucho de la desaparición del dinero en efectivo en países como Suecia. Desde su experiencia. ¿Es posible una sociedad sin metálico? ¿Es una utopía?
No es una utopía, sería más bien sería una distopía. ¿Qué es una sociedad sin efectivo? Es una sociedad en la que te obligan a utilizar al sistema bancario para cualquier transacci a encontrariestospueden llegar a ser mr ma vida.os sistemas para utilizarlos todos.ón, lo que le otorga mucho más poder del que ya tiene, le facilita datos sobre lo que hacemos cada uno de nosotros, le permite tener más control y crea muchos riesgos en la economía. A corto plazo quizás parezca cómodo, pero a la larga generará toda una serie de problemas nuevos.
Deberíamos tratar de contar con ambos tipos de pago en la sociedad. Por ejemplo, cuando diseñas un sistema de transporte, quieres bicicletas, trenes y autobuses. Es decir, distintos medios para aprovecharlos todos. Igual ocurre con los tipos de pago. El efectivo sería la bicicleta de los pagos.
Relacionado con la anterior cuestión, ¿cuáles son los riesgos de los pagos digitales? ¿Quiénes son los grandes beneficiados y perjudicados de los pagos digitales?
Yo utilizo pagos digitales, es decir, no estoy en contra de ellos. Lo que pido es mantener una diversidad en el sistema y no dejar que el online controle todas las transacciones. En cuanto a los principales riesgos, el primero estaría relacionado con políticas de datos, porque los pagos incluyen información muy delicada. Básicamente muestran quién eres, qué haces y a qué te dedicas, y son datos mucho más confidenciales y delicados que los que publicas en tus redes sociales.
En segundo lugar, una vez que dependes del pago digital, estás mucho más sujeto a la censura, porque hay grupos que pueden dejar de interactuar contigo. Por ejemplo, la censura puede llegar a ir más allá de la comunicación e impedir que hagas un pago. Es un tipo de censura mucho más potente.
El tercer riesgo son los ciberataques, que pueden llegar a ser más potentes. Piensa que si te roban el monedero no puedes pagar en un momento dado, pero si te hackean la cuenta bancaria, a lo mejor pierdes lo ahorros de toda una vida.
La cuarta y última categoría de estos riesgos es la exclusión. El sistema de pagos digitales está controlado por el sector bancario y si eres pobre y no tienes cuenta o acceso bancario, quedas excluido de la economía. El efectivo es una forma de pago mucho más inclusiva.
“Tras el rescate bancario y la crisis financiera mundial, la ira hacia el sistema financiero no hizo más que aumentar. Está claro que el sistema no va a autorregular por sí mismo y que tampoco hay que esperar de las autoridades financieras o monetarias que lo hagan. Se necesitan otras vías”, señala. ¿A qué se refiere con esto último?
La vía tradicional en que la gente ha intentado mejorar el sistema financiero es a través del poder gubernamental. Pero a menudo los gobiernos están capturados por el sector financiero, que obviamente no quiere una regulación adecuada. Algo más profundo que se puede hacer es intentar generar sistemas alternativos financieros, que puedan competir con el sistema actual, o crear un contrapoder. Hay muchas vías alternativas, como son el sector bancario alternativo, fondos de inversión alternativos, financiación comunitaria, etc., y el libro pretendía mostrar a la gente de a pie todo lo que puede hacer para generar ese sector financiero alternativo. Obviamente necesitamos muchas acciones distintas para lograr el cambio, pero generar un sistema financiero alternativo es parte de esa solución.
Con Hackeando el futuro del dinero, ¿qué mensaje quiere transmitir a los lectores?
El mensaje que quiero transmitir con este libro es que el sistema financiero parece poderoso, monolítico, opaco, pero si uno lo aborda de la forma adecuada, le empieza a ver las grietas y a encontrar oportunidades para portarse mal de forma creativa. Como persona individual uno puede generar formas alternativas de finanzas, lo que puede ser muy divertido.