“A la hora de encontrar financiación, los modelos bancarios tienen un patrón bastante masculino”

Barcelona Activa es una agencia de desarrollo local con el que el Ayuntamiento de Barcelona ejecuta todas las políticas públicas en el ámbito de apoyo al emprendimiento. DIRIGENTES habla con Montse Barrera, directora del Áreas de Emprendimiento de Barcelona Activa, para conocer el programa Lidera, orientado al emprendimiento femenino.

¿Qué es lidera, iniciativa de la que es responsable?

Al ser la directora de emprendimiento de Barcelona Activa, dirijo toda la estrategia de apoyo a las personas que quieran emprender. Nacimos con un programa de apoyo a mujeres emprendedoras hace 30 años, y en este tiempo hemos ido evolucionando hasta convertirse en Lidera, que más que un programa es una plataforma que apoya tanto a mujeres que quieran emprender como a aquellas profesionales o directivas en su progreso profesional.

¿Cuáles son las mayores trabas que percibes en el emprendimiento femenino?

Las trabas que encuentran las mujeres emprendedoras son las que, en general, encuentran todas para romper lo que llamamos “techo de cristal”. Hay un tema de organización familiar y conciliación de la vida personal con la laboral. Aunque las cosas están evolucionando, las mujeres todavía tienen que soportar muchas cargas familiares y eso hace difícil el querer apostar por puestos de más responsabilidad. Aun así, es una cosa que se va trabajando ya que, cada vez más, las empresas van introduciendo en su proyecto de RSC más elementos de conciliación.

Si miramos en el perfil de emprendedoras hay un tema de aversión de riesgo que va muy vinculado a que emprender significa arriesgar. Hay que romper muchas barreras que las mujeres sufren por ese mayor instinto de protección. Por otro lado, a la hora de encontrar financiación, los modelos de financiación bancarios o inversores tiene un patrón bastante masculino, y las mujeres tienen tendencia a pedir menos dinero y generar empresas que no se planteen crecer sino sostenerse.



Entiendo que las mujeres, en los últimos años, han ganado mucha más presencia en el panorama de emprendimiento pero, ¿sigue existiendo una gran brecha con respecto a los hombres?

Sobre todo en sectores como el tecnológico. En el mundo de las startups, que podemos decir que ahora presentan un potencial de los más elevados, la presencia femenina es aun baja. Y para que cada vez haya más mujeres con perfiles tecnológicos nos tenemos que ir al inicio. A las escuelas, a la formación, para que las niñas quieran estudiar ciencias, carreras de ingeniería… Esto en muchas escuelas ya se trabaja, generando vocaciones científicas y mostrando referentes de aquellas mujeres que lo han hecho en los libros de texto.

¿Crees que hace falta formación en este ámbito?

Tengo que decir que emprender es una opción, pero no es válida para todo el mundo. Incentivar el emprendimiento, de alguna manera “loco”, es peligroso. Creo que hay personas que lo que tienen que hacer es trabajar para terceros y tener una carrera profesional. No hay que haber estudiando económicas ni tener un máster para poder hacer este análisis. La formación es fundamental pero te puedes formar de muchas maneras. Las ideas hay que trabajarlas, utilizando un plan de empresa u otros instrumentos.

También organizáis jornadas de networking. ¿Qué beneficios se consigue con esta práctica?

Es fundamental, ya sea para mujeres como hombres. Para emprender como para gente que busca trabajo. El hecho de no estar sólo, de conectarte y de poder relacionarte y compartir, por ejemplo, ansiedades. Cuando estás emprendiendo, el inicio es muy solitario. Que puedas encontrarte con personas que estén en tu misma situación, que te puedan explicar lo que les ha funcionado, lo que no, los errores y éxitos… Es fundamental. Pero el networking es algo puntual. Lo importante es que acaben formando red, ya sea en el ámbito que sea.

También diriges programas de incubación empresarial. ¿Qué criterios seguís a la hora de seleccionar un proyecto?

En Barcelona tenemos una red de cuatro incubadoras que están en diferentes localizaciones de la ciudad. Para que te hagas una idea de la dimensión, en simultaneo tenemos más de 100 empresas instaladas. Lo que buscamos son proyectos que tengan un carácter innovador, que en aquello que van a hacer, ya sea prestar un servicio o desarrollar un producto, tengan un elemento innovador, y no tiene por qué ser innovación tecnológica, puede innovar en la forma en la que te diriges a un público diferente, prestar el servicio de manera diferente… Pero que tenga algo innovador porque al final estos son recursos públicos, entonces invertimos en aquellos negocios que creemos que pueden tener un impacto mayor, ya sea en la ciudad, en la ciudadanía o en el planeta.

Para acabar, ¿qué te gustaría conseguir con vuestra actividad a largo plazo?

Me gustaría haber contribuido a que haya más mujeres emprendedoras y en proyectos grandes. Con el tiempo, más mujeres directivas, más mujeres en consejos de administración de esas corporaciones y eso querrá decir que hemos puesto nuestro pequeño granito de arena para que estén en todos los ámbitos económicos.