“El coaching en momentos de crisis es una oportunidad”

A nivel personal, el coaching permite desarrollar las capacidades y fortalezas, incrementar la eficiencia y mejorar la toma de decisiones y, a nivel de empresa, los beneficios pasan por potenciar los resultados del negocio, consolidar con rapidez y eficacia nuevas promociones, ayudar a fidelizar el talento interno e innovar en procesos o modelos de gestión, entre otras. 

Los principales problemas actuales a los que se enfrenta esta disciplina son el desconocimiento o la confusión en el mercado y la intrusión profesional, ya que hay multitud de individuos que se denominan a sí mismos coaches. Así lo describe el ICF Global Coaching Study, encargado por la International Coach Federation (ICF) y llevado a cabo por PwC. No obstante, la esperanza también está sembrada y señalan que hay una mayor conciencia de los beneficios de esta profesión. 

El coaching se alimenta de diversas fuentes, tales como el deporte, la filosofía, la sociología o el management, pero no debe confundirse con la asesoría, la consultoría, la psicoterapia o el mentoring. Para arrojar luz sobre este concepto y comprender cómo puede impulsar el liderazgo dentro de las compañías, Dirigentes habla con la Presidenta de ICF en España, Cris Moltó.

¿Qué se entiende por coaching de calidad? 

El coaching profesional se fundamenta en una asociación con clientes en un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional. Es decir, un coach lo que hace es acompañar a las personas a aquellos objetivos que se hayan marcado, de una forma totalmente extraordinaria, en el sentido de que en su día a día no encuentran el modo de poder hacerlo.

En los últimos tiempos se ha vivido la burbuja del coaching, donde parece que todo tiene cabida. La verdad es que cada disciplina es muy útil en lo suyo, siempre y cuando no suponga un intrusismo en la propia profesión de la actividad de la que hablemos. 

Lo que nos hace saber que apostamos por el coaching de calidad es que gozamos de prestigio internacional desde hace 25 años. Lo que caracteriza lo que hacemos es la metodología. Un coach certificado por la ICF lo que ha hecho es basar su formación o adquirir sus conocimientos o aquello que le capacita para ejercer como coach en base a un modelo de competencias clave. 

Para esto tenemos un sistema de certificaciones, programas acreditados específicos de formación, la experiencia con clientes, el hecho de que formamos parte de una comunidad internacional de coaches donde al final lo que promovemos es crear comunidad pero también hermandad, además de adherirnos a un código ético y deontológico. 

¿Qué puede aportar el coach a un dirigente e impulsar el liderazgo?

Ahora lo que está muy a la orden del día son los entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) donde lo que prima es la inestabilidad, la inseguridad y la propia confusión. Creo que lo que proporciona el coaching son espacios de reflexión. 

En los procesos de coaching todas esas habilidades se trabajan y tienen mucho que ver con lo que se llaman las soft skills. Y sobre todo una de las cosas en las que también uno se aprende a mover muy bien llevando a cabo procesos de coaching es en la propia gestión del cambio y en la no resistencia al cambio. Vivimos en la energía del cambio, pero hay que aprender a vivir en el cambio. Esto repercute en el ROI: si centras procesos de coaching en aquellas personas que suponen un impacto dentro de la organización, al final aumentan la productividad, rentabilidad y al final en la cuenta de resultados nadie pierde. 

Otra de las cosas que se está trabajando mucho es en cuanto a la retención del talento en clave de liderazgo. Para aquellas personas que dentro de una empresa son potencialmente líderes, para el promoción y desarrollo de talento. Pero ese liderazgo se trabaja mucho porque gira en torno a lo que es la propia motivación, la propia energía, lo que es empoderar a las personas para que realmente se puedan sentir reconocidas, sientan que se deposita la confianza en ellas y puedan tomar decisiones en su día a día. A veces se habla mucho de la soledad del líder y ahí se necesitan espacios de reflexión donde realmente uno no pierda la perspectiva de dónde está y se atreva a explorar nuevas perspectivas. 

¿Puede ayudar el coaching en las organizaciones para tomar decisiones complejas?

Una de las cosas que facilita es el hecho de poder explorar perspectivas distintas, desde donde uno pueda mirar una misma cosa con prismas distintos que ofrezcan escenarios distintos. Así la persona va a encontrar el modo de activar aquellas palancas o recursos que le van a permitir no tomar decisiones de forma impulsiva y creer que la decisión que tomas es la adecuada. 

Como coaches nunca le vamos a decir al cliente qué es lo que tiene que hacer, es el coachee, el mayor experto en su propia vida. Las decisiones se toman desde la responsabilidad, pero siempre es algo que el cliente hace. Entre otras cosas porque ahí ya no estaríamos haciendo coaching, ahí hablaríamos de consultoría u otra cosa. 

¿Cómo puede mejorar la cuenta de resultados?

Si vivimos en entornos VUCA donde ahora lo que prima es la transformación digital, al final lo que estamos haciendo es trabajar en el crecimiento y desarrollo de la transformación de las personas. En ese entorno tan disruptivo y tan tecnológico, se requiere una transformación de personas también y ahí hablamos de trabajar todas aquellas cosas que van a favorecer el mejor desenlace y el mejor escenario en cuanto a la cuenta de resultados para las personas. 

Ya no hablamos de un desarrollo de habilidades que se ajusten únicamente a lo técnico o a lo meramente profesional en lo que te hayas formado antaño. A día de hoy, las habilidades sociales son las que nos van a permitir trabajar conjuntamente. Hablamos del pensamiento crítico y la flexibilidad cognitiva que nos permite adaptarnos al cambio con una mentalidad abierta a los entornos líquidos en los que nos movemos. 

“El coaching es una herramienta especialmente útil en procesos de cambio y momentos de crisis”. ¿Cómo se aplica a las organizaciones?

El coaching en momentos de crisis es una oportunidad. Produce o nos lleva a una toma de conciencia de la situación en la que nos encontramos, hay que ser conscientes de la situación en la que nos encontramos pero no quedarnos en ella, salir de nuestra zona de confort y estar dispuestos a conseguir lo que nos planteemos en cada momento en función de la crisis de la que hablemos o del punto al que nos queramos dirigir. El coaching es acción.

En cualquiera de los procesos de coaching al crear consciencia, lo que se hace es diseñar con el cliente, en función de si hablamos con un ejecutivo o con el equipo, la forma de abordarlo es totalmente diferente. Se diseñan planes de acción para que realmente se puedan planificar o establecer las metas adecuadas que la final conduzcan a la empresa, para obtener los resultados que se buscan de la manera más eficaz. 

Teniendo en cuenta que acabamos de empezar una nueva década. ¿Cuáles son los retos de la profesión?

Uno de los retos en los que seguimos trabajando, teniendo muy presente esa burbuja del coaching, te diría que es el intrusismo profesional. Sin desmerecer ninguna disciplina, por supuesto. Y desde la ICF seguir promoviendo todo lo que tiene que ver con el arte, la ciencia y la práctica del coaching. Otra de las cosas fundamentales a la hora de enfrentarnos a esos retos es convertirnos en los mejores embajadores de nuestra profesión.