Contar con plantillas diversas, en las que convivan diferentes culturas, generaciones y sensibilidades aporta riqueza a las compañías y fomenta la resiliencia de las mismas. Esto se observa en las empresas a través del trabajo diario y de forma muy específica en los últimos meses, en los que la crisis de la COVID-19 ha obligado […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 23 oct 2020
Contar con plantillas diversas, en las que convivan diferentes culturas, generaciones y sensibilidades aporta riqueza a las compañías y fomenta la resiliencia de las mismas. Esto se observa en las empresas a través del trabajo diario y de forma muy específica en los últimos meses, en los que la crisis de la COVID-19 ha obligado a ser más flexibles tanto a las empresas como a los empleados. Esta es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado en Ageingnomics, encuentro organizado por Mapfre y Deusto Business School, bajo el título ‘Economía inclusiva’.
En este sentido, la directora de Sostenibilidad de Mapfre, Clara Bazán, ha explicado que la confianza observada por la plantilla, clientes y proveedores durante esta pandemia no es fruto del azar, sino que es algo en lo que la compañía lleva tiempo esforzándose. “Lo hecho durante estos meses tan complicados no ha sido fruto del momento. Desde hace años, en Mapfre venimos trabajando en la parte que nos toca”, añadió Bazán.
Además de explicar las diferentes vertientes de las que se ocupan en el ámbito de la diversidad: funcional, generacional, cultural y de género, Bazán también recordó que la compañía aseguradora promueve los valores del proageing, en la que no solo es importante la convivencia entre generaciones, sino también reconocer el talento y la experiencia de los perfiles seniors.
En esta línea, la directora de Propósito, Diversidad y Agenda 2030 de Telefónica, Arancha Díaz-Lladó, destacó que en materia de diversidad generacional todavía queda mucho camino por recorrer y que el objetivo de la operadora, que pasa por “hacer un mundo más humano conectando la vida de las personas”, implica poner la tecnología al servicio de las personas.
También participó en el citado evento la directora de Sostenibilidad de Bankinter, Raquel Azcárraga, quien aseguró que la pandemia ha servido para poner a prueba la capacidad de respuesta de todas las organizaciones a las necesidades de sus grupos de interés. Asimismo, también incidió en que, si bien la apuesta por la economía inclusiva representa una “carrera de fondo”, las circunstancias han exigido hacer un sprint en los últimos meses. Además de las iniciativas puestas en marcha por cada una de las organizaciones para hacer frente a la crisis sanitaria, la dirigente aprovechó la ocasión para recordar como se han involucrado con iniciativas para hacer frente a las necesidades más inmediatas de los colectivos más vulnerables.
De su lado, la directora de RSC del grupo Carrefour, María Quintín, destacó el “papel decisivo” que han desempeñado los trabajadores de los supermercados con su servicio y dedicación. Subrayó que, además de garantizar la seguridad de los clientes y colaboradores, se ha apostado por un ejercicio de responsabilidad con las personas mayores -el colectivo de mayor riesgo- a través del fomento de iniciativas para que tuvieran acceso a todos los servicios sin salir de su casa.
Este ciclo de encuentros es conducido por Eva Piera, directora general de Relaciones Externas y Comunicación de Mapfre, e Iñaki Ortega, director de Deusto Business School. Con ello, se busca analizar las oportunidades que ofrece la economía del envejecimiento desde diferentes perspectivas. En ocasiones anteriores se ha abordado otros temas como el coche autónomo, los nuevos puestos de trabajo, el futuro de la salud en un mundo conectado, los nuevos perfiles que demanda la era digital y el papel de la formación para dotarles de capacidades adaptadas al mercado laboral, entre otros.