¿Hasta qué punto priorizar el beneficio sobre el bienestar de los trabajadores puede resultar contraproducente? Hay abundantes pistas de que preocuparse por el compromiso de los empleados con la empresa acaba teniendo un mayor beneficio a largo plazo pero, ¿cómo medirlo? La Fundación máshumano, junto con la Universidad Francisco de Vitoria y la consultora Watch&Act, […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 28 oct 2020
¿Hasta qué punto priorizar el beneficio sobre el bienestar de los trabajadores puede resultar contraproducente? Hay abundantes pistas de que preocuparse por el compromiso de los empleados con la empresa acaba teniendo un mayor beneficio a largo plazo pero, ¿cómo medirlo?
La Fundación máshumano, junto con la Universidad Francisco de Vitoria y la consultora Watch&Act, lanzaron el Índice de Humanización de la Organización, una herramienta que mide la unión entre empresa y empleados, además de diversas cuestiones relacionadas con el trato que hay entre ambas partes.
Luis Fernando Rodríguez, CEO de Watch&Act, cuenta a DIRIGENTES que a más compromiso, mejores resultados empresariales se consiguen, según los datos que manejan. “Era espectacular cuando empezamos a ver cómo estaban respondiendo los indicadores de negocio al compromiso de los trabajadores”, afirma.
Los resultados se comprueban no solo en los índices de negocio, sino en otros aspectos importantes para que una empresa lidere su sector: “Los equipos que sacaban índices de compromiso mayores con sus equipos de trabajo tenían mejores índices de innovación y ventas, y también reducían el absentismo o la rotación”.
De ese modo, Rodríguez tiene claro cuál es la posición que deben tomar las empresas con respecto a esto: “Lo más rentable que le puede pasar es trabajar en el compromiso de sus empleados”. ¿Qué tienen en común las compañías que se preocupan por esto? Sobre todo, políticas asociadas a la “cultura del humanismo”, según la define Rodríguez.
“La persona se considera el motor de una organización”, cuenta Rodríguez. Por ello, en circunstancias como estas, una de las obsesiones de los dirigentes debe ser preservar los puestos de trabajo de los empleados por lo que pueden aportar para la empresa en el presente y en el futuro.
Desde el punto de vista de este CEO, el hecho de conservar los puestos de trabajo y el talento que llevan consigo va a repercutir en la competitividad. Rodríguez liga la unión entre empresa y trabajador a la cultura de la organización y a la actitud de sus principales dirigentes.
Por eso, las empresas que suelen estar menos preocupadas por las personas que forman su organización suelen ser aquellas con una presión financiera muy alta y en las que los accionistas y fondos son los principales grupos de interés. En este tipo de compañías, “la persona pasa a un tercer lugar” porque “preocupa exclusivamente obtener un beneficio muy alto”.
En cuanto a los perfiles, Rodríguez observa que aquellos más dañinos para esta cultura del humanismo son perfiles comerciales, más preocupados por el corto plazo. Así, cree que el ejemplo de los dirigentes también es importante. En circunstancias difíciles, el CEO de Watch&Act apuesta por reducir beneficios sociales para los perfiles de dirección en lugar de ajustar la plantilla. “Ver que el de arriba hace un esfuerzo para salvar los puestos de trabajo”, resume.