La satisfacción de los empleados revierte en las cifras de la empresa. Es un hecho que corroboran todo tipo de estudios: si un empleado está contento rinde más y favorece la experiencia del cliente. Por eso, este ámbito se está convirtiendo en una actividad por sí misma dentro de las empresas, más aún por la […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 26 feb 2021
La satisfacción de los empleados revierte en las cifras de la empresa. Es un hecho que corroboran todo tipo de estudios: si un empleado está contento rinde más y favorece la experiencia del cliente. Por eso, este ámbito se está convirtiendo en una actividad por sí misma dentro de las empresas, más aún por la incertidumbre y el desconcierto que ha provocado la pandemia.
No obstante, una de las principales tendencias en este sentido es la diferencia entre la percepción de la empresa y sus dirigentes en comparación con la de sus empleados. Tiene lógica que los trabajadores observen unos problemas que sus dirigentes no ven tan claro. En todo caso, lo que adquiere más relevancia es que la empresa consiga ser consciente de que existen.
Esa problemática la pone de manifiesto el análisis de Qualtrics, una compañía de origen estadounidense dedicada a estudiar la relación de las empresas con sus trabajadores. En España, el 71% de las empresas cree que los empleados están satisfechos con sus beneficios y con su compensación. Los empleados lo ven de una forma muy distinta: solo el 48% de ellos están realmente satisfechos.
Según Anja Weisbach, Head of Employee Experience Solutions Strategy de Qualtrics en España, llama la atención sobre un problema que no es único de España, pero que se da en especial entre las compañías nacionales. “Solo el 55% de las empresas españolas escucha a sus empleados”, comenta Weisbach. Por eso le llama la atención que los departamentos de Recursos Humanos les digan “Ya sabemos en lo que nos tenemos que enfocar”. “¿Cómo lo vais a saber si solo la mitad estáis escuchando?”, se pregunta esta dirigente.
Asimismo, de las que sí se interesan por la opinión de sus empleados, la mitad solo lo hace una o dos veces al año, lo que resulta insuficiente en opinión de esta experta. Los esfuerzos por entender y dar feedback a los empleados tienen su “impacto en cifras de negocio, ingresos, rentabilidad… En dinero”, destaca Weisbach.
Sirve para atraer, retener y desarrollar el talento de sus empleados, y también para mejorar la experiencia de los clientes. Con todo, la portavoz de Qualtrics afirma que “las empresas se están enfocando cada vez más” en conseguir que se cierren esas brechas entre la opinión de los empleados y las de sus empresas. Asimismo, no solo basta con que se abran canales de escucha y respuesta, sino que se produzcan acciones claras enfocadas a cerrar las brechas.
Weisbach pone el foco sobre otra tendencia observada en España. Según afirma, una gran parte de las compañías respondían de este modo a las sugerencias de Qualtrics: “No queremos saber el feedback negativo, ya sabemos lo que nos pasa”. El resultado en las empresas realmente interesadas en entender las opiniones negativas ha hecho subir el compromiso de los empleados, como en el caso de una importante multinacional tecnológica española.
Por otra parte, destaca varias anomalías que se dan en España con respecto al resto del mundo. El análisis prueba que el compromiso mejora cuanto más alto es el puesto que se desempeña. Así, el 74% de los dirigentes están comprometidos con su empresa, frente al 69% de los mánagers, el 59% de los empleados y el 43% de los becarios.
Sin embargo, esas diferencias no implican que los trabajadores quieran abandonar su empresa. De hecho, el 77% de los trabajadores se muestra favorable a quedarse en ella, lo que muestra que el interés por cambiar de empresa es el más bajo en toda Europa. “Nos da que pensar”, revela Weisbach, “¿qué hacen las empresas para mejorar el compromiso? ¿Cómo hacemos que los empleados no estén en un nivel bajo de compromiso?”, se pregunta.
Además, existe otro hecho sorprendente en España. En este punto, cabe diferenciar entre las distintas variables de las que se ha hablado en este artículo. No es lo mismo el compromiso que el bienestar o la implicación con la empresa. En ese sentido, lo habitual en todo el mundo es que el bienestar sea más alto cuanto más elevada es la posición en la empresa, al igual que ocurre con el compromiso.
Los datos de Qualtrics muestran que los máximos dirigentes españoles no son los que más grado de bienestar tienen en España, como sí ocurre en otros países. De ese modo, el grado de bienestar entre los empleados alcanza el 62%, el de los managers asciende al 70%, pero el de los dirigentes se encuentra por debajo de ese 70% y se queda en un 68%. “Es el único país en Europa que se desvía de esa tendencia”, afirma la experta. “¿Cómo los ejecutivos pueden impulsar el bienestar no solo para sí mismos sino para los demás?” prosigue, “empezando por sí mismos”.
Por último, cabe reflexionar sobre el propio papel de los dirigentes en la opinión que tienen los empleados. “El papel de manager es muy importante, es uno de los impulsores del compromiso”, aporta. De ese modo, identifica diferentes cuestiones que tienen mucho que ver con el trabajo diario del manager: “La oportunidad de aprender y crecer, el sentido de pertenencia y el apoyo que reciben para poder adaptarse a los cambios”. “Estos tres impulsores tienen que ver con la comunicación entre el equipo y el manager”, reflexiona.