Aunque existen razones para la calma y para huir de las alarmas que indican un debilitamiento de la fortaleza económica de nuestro país, en los últimos meses han surgido distintas variables que reducen las perspectivas. En ese sentido, la previsión, según la CEOE, es que la economía española crezca un 2,7% en 2018, mientras que […]
NacionalDirigentes Digital
| 11 sep 2018
Aunque existen razones para la calma y para huir de las alarmas que indican un debilitamiento de la fortaleza económica de nuestro país, en los últimos meses han surgido distintas variables que reducen las perspectivas. En ese sentido, la previsión, según la CEOE, es que la economía española crezca un 2,7% en 2018, mientras que anteriormente se previó un alza del 2,8%. Asimismo, también se han reducido las perspectivas con respecto a 2019, cuando se esperaba un crecimiento del 2,6%, y con las condiciones actuales esa tasa se estima en un 2,3%.
De esta forma, se insiste en que “la desaceleración prevista se ha intensificado levemente”, a pesar de que las previsiones “siguen siendo positivas”. También sucede en el caso del empleo, que se espera que siga creciendo hasta la creación de 875 mil trabajos en dos años. De esa forma, la tasa de paro estaría por debajo del 13% a finales de 2019.
La patronal ha incidido en su última revisión en las incertidumbres que sobrevuelan ciertas circunstancias que afectan al vigor del crecimiento. Divide entre riesgos internos y externos. En clave nacional, señala a Cataluña como una fuente de incertidumbre, además de la situación de minoría del gobierno y a la próxima convocatoria de elecciones autonómicas.
Más allá de ello, el gobierno apuesta por una política de gasto expansiva que introduce inquietud acerca del cumplimiento de los objetivos de déficit. Todo ello, junto al posible cambio de rumbo de la política monetaria del BCE, representa un conjunto de elementos que reducen las expectativas de la economía española.
Desde el punto de vista de la CEOE, los riesgos en el ámbito exterior proceden en parte de las “turbulencias” que producen los bandazos de la política comercial estadounidense. Además, ya se ha asistido a subidas de tipos de interés en ese país, que afecta de forma negativa a la situación económica de “algunos mercados emergentes”. Por otro lado, el Brexit se presenta como otra de las eventualidades que habrá que tener en cuenta.
La patronal enumera lo que en anteriores etapas se denominaban “vientos de cola” que habían favorecido la reactivación económica. El precio del petróleo y las materias primas, la inflación, la fortaleza de los socios comerciales y el turismo están viviendo puntos de inflexión. Estos factores dejan de afectar favorablemente a la economía española, según apunta CEOE.