Afrontando el desafío de conciliar las finanzas (disminuidas en la pandemia) con las demandas sociales (aumentadas en igual período), Chile inicia el segundo semestre de 2022 con la buena noticia de un alza del precio internacional del cobre, su principal materia de exportación.
El metal rojo venía en una trayectoria vertiginosa: de 10.845 dólares a los que estaba la tonelada en marzo, pasó a 6.955 en la segunda semana de julio (pérdida de -32%) y este lunes (18) subió a 7.385 dólares negociado a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres, una recuperación de +2,7%.
Ayudita china
Aunque todavía está lejos de los niveles prepandémicos, la ligera mejoría ha llevado optimismo al nuevo Gobierno chileno, liderado por el izquierdista Gabriel Boric, que pasa por una acelerada corrosión de su imagen en los poco más de 100 días que lleva en el cargo.
Los buenos números le llegan como una ayudita indirecta de China, que anunció acciones para impulsar la economía a través de inversiones en infraestructuras después de que el segundo trimestre presentara resultados por debajo de los proyectados (0,4%).
Las causas de tal caída (-2,6% trimestral del PIB) están en el confinamiento pandémico y en las dificultades del sector inmobiliario, apuntó el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) al comunicar el viernes (15) los números, que llevaron a la segunda potencia mundial a reaccionar.
Efecto arrastre
Frente a las presiones a la baja, “la economía de China ha mostrado una fuerte resiliencia y un gran potencial y en gran medida ha mantenido estables sus precios al consumidor”, reseñó la agencia Xinhua, citando medidas oficiales de impulso al consumo y la infraestructura.
A finales de mayo, ejemplifica, China lanzó 33 medidas en seis áreas para impulsar la economía mientras algunos de los principales países se veían “acosados por una inflación galopante no observada en décadas” con riesgo de recesión.
Ante tal diagnóstico, el primer ministro chino, Li Keqiang, anunció acciones del Gobierno para apoyar la economía y evitar la inflación. Y es de esas medidas de la potencia asiática, principal compradora de metales, de donde viene la onda que ahora favorece a Chile.
Metal rojo, metal verde
En efecto, como resultado del estímulo oficial a prestamistas para que otorguen créditos a proyectos inmobiliarios calificados, se ha producido el efecto rebote ya apuntado en los precios del cobre y otros metales industriales.
Ese movimiento —asociado con un dólar que cayó a su nivel más bajo respecto del peso chileno en dos semanas— tiene repercusiones positivas en la economía chilena, que ya ha agotado prácticamente los fondos de pensión para contener los estragos sociales de la pandemia.
Si bien ambos factores (mejor precio del cobre y valorización de la moneda local) significan una señal positiva para este país en un momento en el que, además de tensiones inherentes al cambio, la sociedad debate su propia Constitución, observan los analistas con prudencia.
Qué viene ahora
“Es posible que veamos alguna corrección adicional del dólar, para volver en los próximos días con posibles alzas considerando los fundamentos más de fondo del tipo de cambio”, citó, por ejemplo, el diario La Tercera en un artículo que incluye entrevistas a varios analistas.
En cualquier caso, el Banco Central inició este lunes un programa de intervención cambiaria y “provisión preventiva de liquidez en dólares” por un volumen de 25.000 millones de dólares que se extenderá hasta el 30 de septiembre. Todo un plazo para muchas novedades aún.
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