En la Unión Europea existen 2,8 millones de entidades y empresas dedicadas a la Economía Social de todos los tamaños, que producen el 8% del PIB comunitario. Son datos extraídos del informe ‘Euromed sobre Economía Social y emprendimiento en la Región Euromediterránea’ elaborado por la Confederación Empresarial Española de Economía Social (Cepes) de donde se […]
NacionalDirigentes Digital
| 24 sep 2018
En la Unión Europea existen 2,8 millones de entidades y empresas dedicadas a la Economía Social de todos los tamaños, que producen el 8% del PIB comunitario. Son datos extraídos del informe ‘Euromed sobre Economía Social y emprendimiento en la Región Euromediterránea’ elaborado por la Confederación Empresarial Española de Economía Social (Cepes) de donde se extrae que emplean a alrededor de 13,6 millones de personas.
Se trata de unas cifras cuando menos significativas, especialmente, en los países del sur del Mediterráneo, donde se contabilizan unas 300.000 empresas que emplean a 1,5 millones de personas.
En el citado informe, se destaca a la Economía Social como uno de los principales retos que comparten el norte y el sur del Mediterráneo, ya que en su opinión contribuyen a la promoción del crecimiento económico, además de contribuir al desarrollo local sostenible, así como a la mejora del mercado laboral.
En este sentido, el presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño, considera que este estudio servirá como “punto de partida” para impulsar el espíritu emprendedor y la Economía Social y fomentar así el desarrollo económico y social de región. Una situación ante la que desde Cepes piden medidas para que las políticas públicas aseguren que las nuevas iniciativas puestas en marcha se llevan a cabo dentro de un marco que favorece la actividad y la creación de empleo.
De hecho, en el estudio se citan algunas “prioridades” con el objetivo de promover la Economía Social en el área euromediterránea como pueden ser: motivar el emprendimiento como salida profesional, insistir en una educación y formación de calidad, desarrollar la productividad y la competitividad o superar las barreras que limitan el comercio. También mencionan otros aspectos como mejorar la calidad de las instituciones, establecer una “adecuada” regulación de los mercados o facilitar una segunda oportunidad a los emprendedores que no hayan tenido éxito en su primera andadura profesional.
Por último, el informe propone orientar la cooperación entre la UE y los países del sur del Mediterráneo en algunos aspectos como la liberación del potencial de las empresas, la creación de pymes y empresas de la Economía Social, la formación de los trabajadores en función de las necesidades del mercado laboral o un acceso más fácil a la financiación.
Dicho estudio, aprobado por el CES de España junto con sus homólogos de Grecia, Jordania, Marruecos y el Comité Económico y Social Europeo, será debatido antes de final de año en la Cumbre Euromediterránea de Consejos Económicos y Sociales. Las conclusiones finales serán trasladadas a la Comisión Europea y a Organizaciones Internacionales especializadas en el desarrollo del Mediterráneo.