Los nuevos tiempos se imponen a la manera de hacer negocios. Se trata de una máxima que puede ser extrapolada a cualquier tipo de mercado influido por los cambios que se están produciendo en la sociedad. Y uno de ellos es el sector asegurador. En este sentido, la consultora Everis ha elaborado el informe ‘Tendencias […]
NacionalDirigentes Digital
| 16 oct 2018
Los nuevos tiempos se imponen a la manera de hacer negocios. Se trata de una máxima que puede ser extrapolada a cualquier tipo de mercado influido por los cambios que se están produciendo en la sociedad. Y uno de ellos es el sector asegurador. En este sentido, la consultora Everis ha elaborado el informe ‘Tendencias y oportunidades del sector asegurador’ para analizar los retos que enfrentarán los CEOs de dicho sector en un futuro muy próximo.
Así, el primer aspecto a tener en cuenta pasa por conocer el comportamiento de los diferentes tipos de clientes y la manera de demandar cada tipo de producto. En base a esto, en el momento actual existen tres tipos de usuarios: el conservador, que se caracteriza por estar vinculado a la marca y busca un trato personal y cercano; el analítico que se esfuerza por obtener mejores condiciones, aunque tenga que cambiar de compañía; y el ‘effortless’ que, además de demandar simplicidad, se centra más en los servicios que en las marcas.
Además, pone especial foco en los millenials al tratarse de un colectivo que en 2020 llegará a representar el 50% de la población activa y hasta el 75% en 2025 y se convertirá en la masa de consumidores más amplia de la sociedad.
Pese a esta diferenciación, existe un rasgo en común que comparten los tres: sencillez e inmediatez en el uso pero que, a su vez, los ofrezca de manera personalizada y pague solamente por lo necesario. Un escenario marcado por la economía colaborativa que está dando paso a modelos de negocios basados en el poder de negociación con el objetivo de conseguir mejores primas frente a la aseguradora. De hecho, la tendencia actual gira en torno a productos que se adaptan a una situación específica como puede ser la duración de un contrato o la activación de coberturas en un determinado momento y que se denominan microseguros.
Una nueva eclosión de consumo que choca directamente con el modelo de seguro tradicional y conduce a una “necesidad real de cambio”, sostienen desde Everis. Sin embargo, uno de los principales problemas que enfrentan las aseguradoras es la crisis por captar talento digital. Una dificultad a la que se añaden los cambios regulatorios entrados en vigor como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y que hacen más complejo el entorno de este mercado.
“Este tipo de compañías carecen de una velocidad de cambio que les permita competir de forma adecuada en la llamada economía digital”, remarcan en el estudio, pues la madurez de las aseguradoras hace especialmente “compleja” dicha transformación.
Con todo ello, se espera que en diez años la inteligencia artificial y la conectividad del entorno les permita evolucionar hacia entidades con capacidad para tomar decisiones de una manera “más rápida, efectiva y coordinada”. También se prevé un aumento en el número de intervinientes en la cadena de valor.
Respecto al modelo de negocio del futuro, el citado informe menciona conceptos como la ciberpóliza, enfocados a cubrir potenciales siniestros de naturaleza digital. Están pensados para mitigar el riesgo propio, frente a terceros o la protección frente al cumplimiento de una normativa muy rigurosa. En contra, las primas de productos tradicionales serán las menos beneficiadas de esta transformación digital. A modo de ejemplo, la transición hacia el coche autónomo prevé que las primas de coches se reduzcan hasta un 70%.
En un sector, donde casi un tercio del mercado se encuentra en manos de fondos de inversión, el informe establece una dicotomía sobre el futuro del sector donde las aseguradoras deberán o bien transformar su modelo operativo actual o desarrollar un ecosistema de servicios con el que poder mantener su identidad propia.